EDAD MODERNA. Del Manierismo al Neoclasicismo

Síntesis: Del Manierismo al Neoclasicismo:

El saqueo de Roma y la crisis económica de 1530 produjeron el éxodo de los artistas renacentistas y se planteo una crisis de valores en el seno del arte italiano. Frente a la nueva situación éstos buscaron nuevas formas de expresión y se abrieron camino hacia la idea  de superar el lenguaje renacentista a través de transgresiones y fantasías. Nació el manierismo que se mantuvo vigente hasta 1570, donde la afectación de sentimientos jugaba un papel importante.
     Se dio en las cortes europeas una estética imaginativa, elegante y virtuosa a la manera de los grandes maestros clásicos, Miguel Ángel y Rafael, se trata de un estilo ideal y grandioso, cuyos esquemas y fórmulas compositivas, manejadas con complicación e inventiva van a ser difundidas por el foco romano.
 Las producciones manieristas son una recreación compleja, preciosista y caprichosa de las propias convenciones en las que se inspira caracterizada por el alargamiento en las proporciones, una expresión más dramática de las composiciones, uso arbitrario de la luz y el color y la presencia de recursos artificiosos como el escorzo y la figura serpentina (que describe espirales sinuosas). La naturaleza dejo de ser el modelo a imitar.

A lo largo del siglo XVII y parte del XVIII se desarrolló el barroco. Movimiento artístico que rompió con el clasicismo renacentista. . El barroco se irradió desde Roma, cuna del arte contarreformista e influyó casi toda Europa: España, Flandes, Holanda Francia e Inglaterra, que desarrollaron estilos distintivos.
El barroco esta marcado por la dialéctica entre la reforma protestante y la contrarreforma católica, entre el absolutismo monárquico y las primeras forma de parlamentarismo protestante.
 Propuso un gusto por la realidad y la cotidianeidad que se tradujo: en los países católicos, en un deseo de aproximación a los grandes temas religiosos y en los protestantes, en un interés por los temas de la realidad cotidiana. A la vez interesó el gusto por lo monumental y aparatoso como instrumento y expresión propagandística  de la monarquía y la iglesia.
Es la época de la pujanza de la burguesía como clase social.
     En arquitectura los edificios más significativos son la iglesia  y el palacio, pero también los edificios públicos como fuentes y escalinatas. Predomina la línea curva y el movimiento cóncavo convexo, se desarrollaron plantas centralizadas y espacios fluidos de carácter escenografito teatral.
 La escultura se interesa por conmover al espectador y esta pensada para ser contemplada dentro de un espacio y en relación a él. En pintura surge una tendencia naturalista capaz de acercar la religión al fiel y caracterizada por el poderoso tratamiento lumínico. 
 

La teoría de la pintura barroca va a tener en cada una de las nacionalidades sus correspondientes intérpretes, que tratan de analizar y explicar desde sus particulares circunstancias estéticas y geográficas el nuevo estilo.  ( ej. de ello es Andrea Pozzo en la problemática del ilusionismo y su aplicación a la pintura decorativa. ).
 En el terreno religioso, entre las nuevas iconografías priman las de los santos fundadores o reformadores, como San Ignacio de Loyola, Santa Teresa, etc. El afianzamiento en la fe como ejemplo para los fieles se materializa en las escenas de martirios que con el naturalismo barroco, alcanzaran gran patetismo y desgarrados acentos sobre todo en escuelas como la española. También hay una preferencia por la temática heroica del antiguo testamento, la exaltación del dogma y la figura de la virgen que tendrá en la iconografía de la Asunción las versiones más características, respuesta plástica y espiritual a los planteamientos protestantes.
Es en este período cuando se produce la ruptura de un arte secularmente religiosos en occidente y al apertura definitiva a géneros mas profanos, esto se dará en aquellos focos donde el arraigo protestante y la sociedad burguesa prescinden de temas marianos o de santos, surgiendo una clientela masiva que muestra sus preferencias por temas de costumbres, bodegones e incluso paisajes, sino también en zonas católicas estableciéndose una separación entre el arte laico y el religioso.
     Caravaggio dará a la pintura un giro naturalista de gran repercusión, con un nuevo uso de la luz que marcara relieves y valorará actitudes en un afán de aproximación al espectador.
Paulatinamente un deslumbrante dinamismo inundara ámbitos celestes y dotará de un nuevo significado los espacios terreno y sobrenatural, desde concepciones ilusionistas. Lo escenografito como principio de exaltación espacial, convivirá con el naturalismo mas expresivo, sin olvidar un realismo casi fotográfico en los interiores o en las naturalezas muertas de las escuelas del norte.
     En Flandes el arte se vuelve exuberante y sensual, ej. Rubens; en Holanda es más realista interesado por la temática de género y costumbrista, así como el paisaje y el retrato. (Vermeer, Rembrandt).


El Siglo de las Luces es un período de profundos contrastes en todos los órdenes de la sociedad: revoluciones, progresos tecnológicos, auge de la burguesía, etc. En la primera mitad del siglo se desarrolla un arte decadente y aristocrático ajeno a las convulsiones políticas y sociales y en la segunda mitad un arte burgués e intelectual, defensor de los nuevos valores de la sociedad.  El arte rococó, primero,  opone así a la grandiosidad del barroco: sensualidad fantasía y refinamiento, primando el aspecto decorativo sobre la organización del espacio.
En Francia durante el reinado de Luis XV, la sociedad sufre una transformación que repercute en las artes plásticas.  Hay un triunfo de lo femenino, se valora la coquetería y la vida galante con un fondo de falso bucólico y fino libertinaje. Son ejemplos de ello artistas como: Wateau, Fragonard, Boucher.  Se da también un extraordinario desarrollo de las artes decorativas como lacas, porcelanas, marqueterías, tapices.
En pintura se trabajará sobre una temática elegante, de cromatismo pastel  y pinceladas evanescentes. En Italia se dan frescos ilusionistas.


     El neoclasicismo, después,  rechazará la artificiosidad y frivolidad del rococó, recuperando los modelos de la antigüedad clásica y sus ideales. Con arquitecturas monumentales de factura sobria y racional con superficies blancas y desnudas. La pintura es solemne y heroica con temáticas históricas marcadas en las composiciones perfectamente ornamentadas ordenadas en un cromatismo frío y con predominio de la línea.
El neoclasicismo y el romanticismo se perpetuarán en la segunda mitad del siglo XIX en las academias donde se rindió culto al valor dibujístico, al predominio de lo lineal y escultórico.
Con la revolución francesa surgió una noción nueva de lo trágico de un heroísmo que llego a impregnar la sociedad. El neoclasicismo fue el arte del Imperio y de la revolución. Jean J. David, se convierte en el historiador de su época, buscando una belleza ideal acompañado de un riguroso estudio arqueológico. Los temas son ejemplicadores de las virtudes cívicas, dramatismo y rigurosidad formal. En “La muerte de Marat”,  David, sacraliza el mártir de la libertad con gran economía de elementos y de medios. Son también ejemplos de neoclasicismo Ingres, Canova y Thorvaldsen.

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