Propuesta teórico -Práctica personal.

1-    ¿DE DÓNDE PARTIMOS?

Partimos del supuesto de que cuando podemos hablar y verbalizar nuestras intenciones, podemos clarificar nuestra visión personal, nuestros intereses y  desde allí  plantear mejor nuestro “campo de conocimientos”.

Esperamos contrastarlo con otras formas de conocimiento organizados actualizando nuestra mirada con los aportes de los saberes de la ciencias sociales, la filosofía, conscientes de que conocer una  nueva información,  en estos casos, enriquece y profundiza nuestras propias perspectivas.

    ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE LA PROPUESTA?

Esperamos brindarte un espacio para abordar dos ejes de trabajo complementarios: el descubrimiento y la experimentación.
Por un lado, descubrir (conocer desde la reflexión) la íntima relación entre la producción de obras artísticas y las bases  teóricas  que las sustenta. Por otro lado, transformar ese conocimiento en herramientas que potencien nuestra producción artística. Vamos a articular estos dos ejes:

    Anotando las ideas, comentarios, opiniones que surjan, lo que vamos sintiendo
    Experimentando desde distintos puntos de vista, tanto el descubrir (conocer desde la reflexión) como la misma experimentación práctica.
    Experimentando con el azar, provocando en nosotros mismos situaciones problemáticas. El azar se puede relacionar con el  juego, como una forma de desestructurar nuestras ideas previas, nuestros conocimientos, y encontrar nuevas   estructuras superadoras de las primeras.

    ¿CÓMO ESTÁ ORGANIZADA?

Este práctico es una propuesta única que abarca toda la asignatura y está dividido en entregas parciales, que deben ser aprobadas para poder rendir, a partir de tu contacto con el mail de la asignatura.(Al menso debes haber consultado dos veces antes de la entrega del práctico).

En las consultas via mail, debes en primer lugar definir el problema tema que vas a trabajar en tu producción y el modo de abordarlo, (que conceptos usaré, de que inquietudes parto, como creo que puedo abordar esta idea)
En segundo lugar tratar de establecer los conceptos claves teóricos que te sirven a partir de una investigación pertinente para ese tema .

EL TRABAJO PRÁCTICO CONSISTE  EN LA ENTREGA DE:

El registro escrito del proceso de producción: o sea el proceso de reflexión y teorización 
y la obra producida.



    ¿QUÉ PASOS SEGUIMOS PARA REALIZAR ESTA PRÁCTICA EN CADA UNA DE SUS ENTREGAS?

1.    FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Y RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN


Esta es una etapa donde nos cuestionamos, reflexionamos sobre nuestra historia, nuestros intereses, nuestros conocimientos, nuestras expectativas.

Nos preguntamos ¿qué parte de la artes visuales me interesa? ¿por qué? ¿Qué conozco de esa forma de expresión? ¿Qué conceptos básicos manejo? ¿Desde  qué perspectiva la miro?¿Qué necesito saber, qué información tengo que buscar  para construir un conocimiento abarcador y profundo? ¿ Qué aportes y perspectivas me interesan?

Realizamos  una búsqueda y selección de información de acuerdo a las propias inquietudes. Procuramos ver en ella qué artistas trabajan es esto, cómo resolvieron el problema. Nos preguntamos ¿Qué debo practicar en mi caso? En la misma práctica de taller recogemos  las ideas y las preguntas que surgen desde el  hacer.
Definición de los conceptos con los que me quedo, los que me sirven más al propósito original, los que responden a mi investigación y definición de lo que debo hacer para lograr un mejor resultado en su aplicación.

Definición de la mirada global de la práctica en este contexto. Definición  de los materiales y sus usos. Registramos  el desarrollo del propio proceso (dudas, sensaciones, ideas) en esta experimentación que hacemos desde el taller y  las confrontamos con la información recogida  para producir las primeras conclusiones.



PRIMER CONSULTA:
-PLANTEO QUE  PRODUCCIÓN VOY A REALIZAR,
-CUAL ES MI INTERES EN ESE TEMA,
-CUALES SON LOS CONCEPTOS CLAVES QUE DISPARAN ESA PRODUCCION-



REALIZAR LAS CONSULTAS LA SIGUIENTE MAIL:
introvisuales@gmail.com


A través de las consultas Registramos  el desarrollo del propio proceso (dudas, sensaciones, ideas) en esta experimentación que hacemos desde el taller y  las confrontamos con la información recogida  para producir las primeras conclusiones.


    ¿CÓMO SE EVALÚA LA PRÁCTICA DE APRENDIZAJE?

Esta práctica de aprendizaje constituye un proceso anual de trabajo donde importa  mucho la capacidad de reflexión sobre el propio hacer que cada estudiante manifieste. Cada entrega, en este sentido, tendrá comentarios y aportes de los profesores útiles para revisar el propio proceso seguido y reorientar la siguiente entrega. Se valorará el progreso en lo referido a (criterios de evaluación) :

Nivel de identificación / descripción de las propias intenciones
-Pertinencia en la selección de conceptos básicos y su aplicación  tanto para la producción teórica como práctica
Nivel de  novedad /originalidad en los aportes planteados durante el proceso
Nivel de enriquecimiento del campo perceptual y su transposición 
Nivel de experimentación  en técnicas y herramientas
-Pertinencia en la experimentación con técnicas y herramientas en acuerdo con las bases teóricas y de reflexión propia planteadas.
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TIEMPOS CONTEMPORÁNEOS

Construcción de nuevos códigos.

La posmodernidad según diferentes autores es el final del relato moderno, lo que podríamos llamar los relatos de las grandes narrativas de la historia, pero a su vez se torna nuevo relato en tanto son nuevas explicaciones generales sobre un proceso complejo y diferenciado de los acontecimientos tecnológicos culturales y políticos del presente.
A propósito T. Escobar se expresa acerca del posmodernismo:
“Así, se convierte más en un movimiento de epígono que de ruptura; cuestiona las vanguardias pero deviene en una vanguardia más, aunque sin el resorte innovador de aquellas. Denuncia la muerte de las utopías, pero es incapaz de proporcionar otras. Se opone a la uniformización cultural del imperialismo tecnológico, pero impone y difunde una vez más formas igualadoras, patrones abstractos tributarios siempre de los poderes tecnológicos”
Este “devenir en vanguardia”, es lo que podríamos llamar el sentido que atraviesa el posible nuevo relato, el período que comprende la posmodernidad como sucesora de la modernidad.
En el panorama expuesto se entrecruzan el desarrollo de la modernidad y los procesos  de modernización que acompañaron el siglo XX (tanto vistos como progreso o como alienación), con los relatos de la posmodernidad,  que en la segunda mitad cobran mayor insistencia y resonancia. Estos ponen el acento en las consecuencias de los nuevos modos de organización de la vida. Es decir, las condiciones de existencia de una sociedad posmoderna estarían dadas por la instauración de una sociedad informatizada, en las afecciones de la comunicación y los múltiples juegos del lenguaje que afectan la interacción social,  en la auto legitimación del poder y la pérdida del saber, en el reconocimiento de las exigencias de renovación constante que plantea el paradigma del consumo y  la crisis de las formas ideológicas que legitiman el sistema social.

Que se entiende por arte contemporáneo, causas, tendencias que lo originan:

 Las prácticas artísticas actuales han variado constantes tradicionales que durante los siglos XIX y XX se mantuvieron vigentes, dando a las nuevas producciones, formatos y sentidos nuevos. Visualizaremos esos cambios, para establecer los alcances de lo que entendemos por arte contemporáneo, sus relaciones con los contextos de producción, y los nuevos sentidos que se generaron para el arte.

El arte contemporáneo parte de una perspectiva concreta y subjetiva, cambia a través de los artistas que lo reproducen deteniéndose en procesos culturales y sociales trascendentes, no transcurre en un camino fijo, el "espíritu de la época" lo delimita. Los cambios afectan a la propia concepción del arte, su práctica, sus finalidades, objetivos, sus porque, los modos de presentación.

Se reconoce que las artes visuales sostienen estos cambios en especial a partir de la afirmación de una realidad marcada por el vertiginoso desarrollo técnico, las intensas transformaciones socio-políticas y los impulsos del nuevo orden económico. Los problemas estéticos actuales parten del conocimiento de la verdad del ser humano en esta realidad y las relaciones posibles de establecer con ella, los elementos que se descubren, renuevan el mercado del arte y lo artístico y proponen plantear nuevos problemas e interrogantes al espectador.

La innovación es quizás una de las características mas acentuadas en la producción artística desde 1960,  pero primero se da como fenómeno propio del sistema económico en el que están insertas las practicas artísticas y luego como fenómeno estético.

Se desarrollará en Estados Unidos y Europa, un proceso cada vez mayor que cuestionará “representación plástica” y “realidad representada”, proceso que iniciara Marcel Duchamp en las primeras décadas del siglo XX.

Señalaremos las principales características sintácticas y semánticas de las propuestas posteriores al informalismo. En las obras que surgen de la aplicación de estas propuestas se puede verificar claramente el cuestionamiento que de uno u otro modo se realizó sobre representación y realidad, iniciando así lo que podríamos llamar el código en que se desenvuelve al arte contemporáneo.

Marchand  Fiz, propone utilizar el término poéticas para indicar el sentido de las obras, su proceso, las conceptualizaciones precedentes y posteriores a la realización, en tanto permiten poner énfasis en un grupo o una obra, indicando todos los aspectos involucrados en su puesta en escena, incluso le interesa remarcar que existen tendencias  y no de estilos, apoyado en la noción de modelos: similitudes técnico expresivas,(material) formales (temáticas de orden) significativas(denotaciones y connotaciones).

Muchas y variadas fueron las aportaciones que se pueden leer desde las producción, por ello tomaremos como guía la división en tendencias figurativas, tecnológicas y de desarrollos individuales que plantea este autor en su investigación sobre el arte contemporáneo a partir de los 60”.


A_Dentro de las tendencias figurativas:


El aporte mas importante se dio en la progresiva mixtura de géneros artísticos visuales utilizados y  en la insistencia a recursos extraídos de otras disciplinas artísticas como la música, el cine, el teatro, además del uso de de los efectos especiales producidos con las nuevas tecnologías electrónicas. 
En la recuperación de la figuración que se hace a partir de los sesenta la cuestión de los contenidos es fundamental se trata de desenmascarar la realidad social con nuevos medios y allí se apoyan los comentaros de la realidad, interesándose cada vez por los nuevos lenguajes asociados a nuevas finalidades y recursos.

Las producciones son el “reflejo dialéctico de la contradicción de la realidad social contemporánea a escala local o internacional”, el empeño está puesto en develar el complejo que causa la situación social. La obra figurativa que atiende aspectos de la realidad muchas veces insatisfactorios, tiende a proponer la compenetración del medio en el mensaje. Los temas proponen ejes de discusión muy variados siempre referidos a las problemáticas sociales y sus contradicciones.

Distinguiendo por tendencias, las principales características a tener en cuenta son:

 1-La nueva- figuración, se propuso volver a presentar la figura humana y sus relaciones con el espacio, trascendiendo la dimensión meramente física y planteando reflexiones ligadas al espacio humano psicológico y cenestésico. Los artistas involucrados en esta tendencia vuelven a traer al debate del arte las discusiones sobre representación borradas con el informalismo, pero desde un punto de vista subjetivo, solo presentan figuras aisladas o deformadas en espacios no euclidianos, que muchas veces se multiplican, sin una referencia concreta o específica (F. Bacon) La fluctuación entre los intereses subjetivos del autor y los requerimientos de la representación, es según Fiz, “la primer salida del indeterminismo subjetivista”de las tendencias informales.

2-El pop, avanzando en la figuración, tratara de manera particular las relaciones de la sociedad en la cultura urbana de masas a  partir de imágenes populares, tv, cine, comics, utilizando los sistema de producción de la cultura mencionada, incluso muchas veces, no solo utilizando los sistemas sino refiriéndose a como se produce en estos sistemas.

Transformación de soportes físicos, cambios sustanciales en los tamaños, modos de reproducción que niegan la habilidad manual, y citan a las nuevas tecnologías de las sociedades urbanas, reproducción en serie, utilización de procedimientos industriales, técnicas de comunicación mediáticas y consumistas e incluso utilización premeditada de objetos comunes en su corporeidad física aludiendo a la intención del acto de apropiación, son los recursos mas utilizados en el pop para la producción de sus imágenes.

La introducción de objetos directamente como obra o parte de ella, acentúa una actividad mas exigente para el espectador, la realidad misma es presentada sin necesidad de alteración alguna, provocando en palabras de Fiz una “ambivalencia entre arte y realidad:

 Una de las primeras técnicas asumidas es la fotografía, luego collages, fotomontajes y procesos mecánicos de reproducción. La fotografía deja de ser un modelo a imitar con medios pictóricos para convertirse en un proceso donde el artista controla los estadios mecánicos del desarrollo de la obra. Los procedimientos reproductivos se insertan en  procesos creativos., para ello se acude a toda clase de obliteraciones, negativos, ampliaciones, yuxtaposiciones, etc. El comics, es un recurso al que apelan, en cada artista en particular con manipulaciones sustanciales. Hay articulaciones espaciales de encuadres, montajes, secuencias, lo que deriva al espacio cinematográfico. Las consideraciones sintagmáticas o relaciones entre los diferentes encuadres se traducen en divisiones espaciales próximas a la narratividad fílmica.

 El cartel publicitario, principal genero visivo estático de la sociedad de consumo, ha sido tal vez el que mas ha influido en el pop, por la acumulación de lenguajes: escrito-visual, pictórico-fotográfico, manual-mecánico, pintura- collage, etc. también se alteran imágenes de su contexto, por ejemplo la glorificación de imágenes famosas de arte en términos de imágenes de los popular, esto da lugar a la parodia, también se suprimen elementos representados, así se condensan escenas complejas en alguno de sus elementos característicos.”

Otra forma de supresión es la fragmentación, a través de grandes ampliaciones de un detalle. (Rosenquist, Raucheschemberg). La técnica más conocida es la serialización y repetición, (Warhol). La repetición sirve a los efectos de  estereotipación aludiendo a una comunicación directa entendida fácilmente a su vez en la cantidad de repeticiones se acentúa el nivel informativo.

El empeño es comunicar con eficacia y claridad. La redundancia es propia de los sistemas comunicativos de las sociedades actuales. El pop adulteró fundamentalmente la concepción del espacio tradicional representativo, siempre en términos de apropiación de un espacio socializado. Los temas desarrollan ampliamente la semiótica connotativa trabajando con símbolos. Sus iconos asociados a una técnica próxima al interés comunicativo, se utilizan para formar imágenes que se consolidan simplemente como presencia del producto. El pop introduce paralelos icónicos de situaciones alegóricas  sociales que son el único contenido temático de las obras. Los recursos utilizados en este sentido son casi siempre recurrentes: símbolos de status, comerciales, símbolos técnicos, mitos de masas, comics, simbología sexual, síntesis mixtas de panoramas generales de nuestra época. Lo común es que no buscan plantear nuevas relaciones significativas en estos temas, es básica la búsqueda de un rápido consumo, son temáticas efímeras y están insertas en la estética del desperdicio y lo prescindible, lo que alude al carácter perecedero del tema y la propia obra.

Presentar la sociedad sin comentarios y sensibilizarnos con el mundo del consumo y la mercancía son decisivos en la renovación de la representación que el pop significó. Esta característica es clave para comprender los desarrollos posteriores del arte contemporáneo en lo que atañe a figuración y recursos de su presentación.

3-El arte psicodélico intentará reproducir, transmitir y estimular la naturaleza y esencia de las experiencias psicodélicas, experiencia de conciencia de estados distinta de la habitual. Las formas psicodélicas son inicialmente de la cultura underground, y deriva de las diversas culturas populares, en especial los hippies. Suelen ser con preferencia unidades temáticas con ciclos mitológicos y símbolos fundamentales de la psique y la naturaleza, los símbolos ya no proceden del sueño o la neurosis, sino de la pasión por lo vital, el sicodelismo es intrusivo, no se parte de la realidad exterior sino que acentúa el valor de la interioridad como complemento, ampliando la conciencia como principio y fundamento de la unión interior con el universo.

El aporte mas importante se dio en la mixtura de géneros artísticos visuales utilizados y  en la insistencia a recursos extraídos de otras disciplinas artísticas como la música y el teatro, además del uso de de los efectos especiales.

4-El superrealismo o hiperrealismo: En la temporada 1969 - 1970, aparece una nueva vanguardia para enfrentarse al arte conceptual. Ya en 1972, alude a la representaron verista y exacta y se agrupa en dos direcciones: un realismo fotográfico derivado del pop, que extrae sus métodos de la fotografía pero transformándola en lenguaje pictórico tradicional. Y la segunda remite  a tradición lingüística renacentista de la pintura de caballete. (Pearlstein)

Notas características: exactitud y sobriedad en la representación, representación distanciada y fría en donde desaparece toda huella o gesto subjetivo,  el cuadro se afirma como hecho visual,  dimensiones monumentales, se retorna  a los artificios de la perspectiva tradicional, emplean códigos fuertes de imágenes icónicas claramente perceptibles y posibles de reconocer, pero estos códigos están desprovisto de connotaciones simbólicas y sociales concretas de nuestro momento histórico. Se le acusa de ser una tendencia creada para el mercado que vuelve la reflexión sobre la estética decimonónica.

5-Realismo social, Neodadaismo y schocker pop: En general en los primeros años era ecléctico y con formas ligadas a la tradición expresionista. Luego algunos artistas  se inscribieron en la neofiguración como transición, al desear intervenir socialmente, renunciaron a las ambigüedades sintácticas y acudieron a connotaciones mas concretas. La recuperación del realismo fue en su primer momento un arte testimonio, donde la cuestión de los contenidos era fundamental, luego se trata de desenmascarar la realidad social con nuevos medios y allí se apoyan las crónicas de la realidad  y el reportaje social, interesándose cada vez por los nuevos lenguajes aliados a una conciencia progresiva de su finalidad.

Una tendencia subterránea al pop, fue el Funk art. (Kienholz), que exploró las propuestas del assamblage con el uso de materiales de extrema fragilidad física, las obras son destruidas después de su exposición. Hayan deseo permanente de trabajar el carácter efímero, contienen elementos humorísticos, ridiculizando el sexo, el patriotismo, el arte, la política. Al principio reaccionan contra la pintura abstracta y luego contra el pop. Desde comienzos de la década hasta el 1970, el neodadaismo es una critica extraordinaria cuyo rasgo ultimo es amargo sociológico y político. (Beuys).

El schoker se enfrenta a lo puramente estético en una eliminación de todo lo considerado bello, configurado, no hay nada prohibido, ni lo fecal, ni lo asqueroso, lo monstruoso, lo sexual o lo agresivo. La posición es abiertamente anarquista e irreverente a nivel de las superestructuras sociales de lo local o internacional. Mezclan el culto de las drogas con la porno política, la pansexualidad con Mao, pero se develan en este caos, la confrontación de la sociedad del capitalismo tardío con sus cosas preferidas, el poder, el sexo, el crimen, la guerra, la pornografía, el horror. Lleva hasta sus últimas consecuencias hechos de la sociedad capitalista y los practica hasta su agotamiento.

8-Figuración narrativa y reportaje crítico social: Los nuevos realismos pueden definirse como no afirmativos, cuestionan la consistencia del mundo capitalista, la critican, la atacan desde la actividad práctica del hombre histórico. No soportan la indiferencia frente a los acontecimientos de la actualidad, y se ponen en relación directa con la historia, suscitan discusiones sobre arte y política, el realismo ya nos es privativo de los países subdesarrollados, lo que pone de manifiesto en exposiciones que se suceden desde 1964.

Mantienen un pluralismo estilístico, la función es referencial y buscan con ello potenciar la eficacia comunicativa. Entre los recursos lingüísticos utilizados se destacan: el empleo de técnicas de assamblage, fotográficas, incluso a veces en una línea superrealista, recursos de procedencia cinematográfica ya mencionadas, el comics y sus convenciones estilísticas mayoritarias son apropiados para sus fines comunicativos. Repetición, oposición y técnicas del cartel publicitario vuelven a aparecer, de modo furibundo. Usan el efecto de descontextualización, separan la imagen del contexto habitual tal como se practica en el collage, pero el efecto de extrañamiento tiene que ver con los contenidos sociales, la descontextualización no es solo un efecto lingüístico sino un reflejo dialéctico de contradicción de la realidad social contemporánea a escala local o internacional, el empeño está puesto en develar el complejo causal de la situación social. La obra realista tiende a proponer la compenetración del medio en el mensaje a través de la estructura propia del medio. Las unidades temáticas son muy variadas: Violencia y terror, denuncia de mitos culturales, fenómenos de alineación colectiva, contradicciones significativas de grupos o hechos sociales.

En el terreno estricto de los modos de producción los movimientos en el campo artístico, ya sea por la vía de la figuración como de la abstracción, intentarán “volver al signo, como sustituto del icono” es decir intentarán volver a trabajar desde la problemática estricta del lenguaje de la imagen, en tanto representación de la realidad. En particular en las tendencias neofigurativas, la influencia de los códigos del mass media será muy importante y se dará como ya mencioné en la narratividad y la partición del espacio. El signo fue pretexto para la concreción de configuraciones simbólicas de contenidos cada vez más particularizados según las nociones de figuratividad de los distintos espacios artísticos.

La posibilidad que abren es la posibilidad de problematizar la realidad social a la vez que el espacio plástico por medio de una fenomenología del espacio humano y del espacio pictórico. La idea de lo representativo vuelve a aparecer pero en su máxima disponibilidad y posibilidad de plantear  nuevas acotaciones a su manejo, es significativo como el espacio se traducirá en reflexiones o proyectivas del pensamiento.

B_ Dentro de las Tendencias neoconcretas y tecnológicas:


La obra no se agota en el significado como indicación de un hecho, es preciso introducir el sentido. Desde el estructurismo, minimalismo óptico y cinético se ponen en crisis los géneros lingüísticos tradicionales, se abandona el repertorio material de la tradición artística y sus formas como el  cuadro y la escultura. Como una nota definitoria la experimentación pasa al plano del código de transmisión, entonces la búsqueda se centrará en los medios de transmitir los posibles contenidos y no a los contenidos en sí. Se llega a dudar de la propia obra de arte como objeto físico y se atiende más al carácter procesual que al objetual de las producciones.

Esto provoca una crisis de la unicidad de la obra que se tiende a desmitificar, se refugia en lo múltiple, y en las repeticiones definidas o indefinidas, transformándose en un modelo y no solo un resultado. El termino múltiple, seria en primer lugar una alternativa tecnológica, respecto a los medios tradicionales e implica el empleo de técnicas industriales como medio de creación, la producción  en serie, y la extensión a capas sociales para los que hasta ahora era inaccesible son algunas de sus pretensiones aunque están en duda sus logros.

Hay atención desmesurada al efecto, al impacto total de los nuevos medios, se preocupan mas por el flujo de la información que atraviesa cada canal, el contenido se reduce a la correlación entre los elementos  y sus alteraciones. Moles insiste en que la informaron estética no tienen intencionalidad y es especifica de cada canal, esta teoría es deudora de la nueva mística de los medios presente en autores como McLuhan, los mensajes de nuestra época no serian los contenidos sino los medios, ellos mismos como canales mágicos, son canales naturales, ahistóricos, lo que explica el interés por los efectos en desmedro de consideraciones semánticas y valorativas.

No hay unidades temáticas que se manejen dentro de convenciones, pero tienen gran relevancia las figuras de la percepción que ofrecen un campo ilimitado de exploración de los códigos gestálticos y perceptivos, se apoyan con frecuencia en unidades pertinentes de elementos geométricos y los códigos visuales básicos.


1-Neoconcretismo y nueva abstracción: Toda obra no representativa remite a un nivel sintáctico puramente formal, el orden que se plantea se va a dar entre su repertorio formal y material, por ello a los artistas inscriptos en estas tendencias les interesarán las relaciones puestas en la sintaxis en contraposición a las relaciones asociativas. Desde esta posición,  la escalada neoconcreta es la perspectiva de la superación informalista.

En el Informalismo la terminología estética de la información que prima es el modelo caógeno, el modelo de determinación mas débil. Los elementos simples se encuentran en estado de máxima mezcla. En la crítica especializada de la tendencia se lo definía como caos o “aun no forma”. Esta estética de la velocidad implicaba una negación de la técnica artística siguiendo las huellas de la estética romántico idealista, una intuición cósmica, donde se diluye toda dialéctica histórica.

En contraposición en la Pintura contemplativa se interesan por cada partícula cromática, conciben el cuadro como continuom de color puro. Se mueven en un estricto virtuosismo y esteticismo, pero instauran ciertos modelos de orden a nivel sintáctico que mantiene el equilibrio entre complejidad y orden. Estos artistas negaban las premisas del informalismo remitiendo sus obras a niveles elementales de codificación.(Rothko, Newman, Still), de allí que se  instaura cierto orden en el caos. Esto se puede observar en el uso del color como protagonista, de la superficie como capa unitiva, de grandes áreas de color puro. En el Espacialismo:(Fontana) en la introducción a la tercera dimensión, los agujeros y cortes que abren el camino a las estructuras de repetición  o en la pintura monocroma: (Kleim Manzini).

Desde 1960 se evoluciona hacia modelos de orden regular, las relaciones sintagmáticas o formales se someten paulatinamente a la sintaxis, a leyes precisas de ordenación, se buscan entonces o bien la mínima complejidad de elementos donde se instauran grados máximos de orden (arte estructuralista, nueva abstracción, minimal art) o bien un aumento de complejidad que implica un aumento de orden, hasta terminar en sistemas estructurales precisos estrictos. Óptico, cinético, lumínico y cibernético.

A partir de estas experiencias el repertorio material de las obras constructivistas poseerá: una mínima entropía o indeterminación, máxima probabilidad y certeza de selección, diferente frecuencia de aparición, lo que incide sobre la dimensión informativa y comunicativa. Incluso con la tendencia cibernética se lograra el mayor grado de previsibilidad sintetizado en la noción de programa.
                   
Es preciso no descuidar que los medios lingüísticos de las artes poseen un carácter histórico subordinado a los medios productivos de cada sociedad. Con estas prácticas se reincide en la discusión de las relaciones entre arte  y técnica lo que los transforma en algo más que fenómenos solo estéticos, sino en reflejos parciales de ciertas condiciones materiales de producción de sociedades tecnológicamente avanzadas.


2 El minimal art o estructuras primarias:Con el término minimal, Wollheim, alude a estados mínimos de orden y complejidad desde una perspectiva morfológica perceptiva y significativa. La tendencia cristalizó en1966 y guarda parentesco con el constructivismo ruso en su interés por el mundo tecnológico y las consideraciones formales. Las características que predominan son: uso de criterios de economía y sistemas seriales, repertorio material de la industria, estados de máximo orden con mínimos medios, afirmación de los valores del todo como algo indivisible, criterios de economicidad, empleo de sistemas modulares donde el módulo es un sistema de repetición con carácter metódico. (Andre. Flavin. Sol le lewit)

La proximidad de los sistemas modulares es una relación topológica fundamental en el grupo. El repertorio cromático contribuye a la claridad estructural. Las significaciones semánticas se mueven al nivel de los códigos perceptivos y de códigos matemáticos elementales. La economía de la forma provoca efectos de presencia de evidencia, por eso cuerpo y obra están estrechamente ligados, la percepción varía en relación a la proporción del espectador, su punto de vista y su posición. Con el arte mínimo se desarrollan los futuros ambientes o envaironment, se insinúa que la obra es un mero carácter instrumental y sirve para activar el espectador. Tienen una connotación al mundo tecnológico, a los artistas le interesa explicitar los procesos formativos, el artista presenta en las obras una imagen parcial que el espectador debe completar, de esta forma desemboca en los umbrales del arte conceptual, el arte minimalista pierde progresivamente el interés por el aspecto físico de la obra, de allí que desembocan en el arte idea y el land art.

3 El arte óptico El óptico exacerba la tradición perceptiva del arte contemporáneo. Tiene sus antecedentes en la teoría de la pura visibilidad de Fiedler, en la Psicología de la percepción y en las investigaciones de los posimpresionistas. Las obras ópticas tematizan fenómenos perceptivos de la visión. En Kasel se le dio atención en 1968 así como en la Bienal de Venecia del mismo año, sin embargo, J. Albers es el primero en recurrir a la repetición del cuadrado y de su variante cromática, transformándose en el pionero de estas experimentaciones.

El óptico discurre paralelo a la nueva abstracción americana su apogeo fue en 1965-1968 y se extendió por todos las países del área occidental. Plantea el estudio de estructuras de repetición y sistemas de supersignos: pertenece a las modalidades de la abstracción geométrica. En las obras europeas es frecuente el poco cromatismo, reflejan en general un orden estructural en el sentido estricto, la complejidad aumenta pero hay un incremento proporcional del orden dentro del sistema, son frecuentes los microelementos, como repetición de cuadrados, líneas, cubos. Es sistemático el empleo de sistemas de propiedades geométrico matemáticas, a manera de supersigno donde el espacio es polifocal: desaparecen los puntos de gravedad. Las obras tienen un carácter analítico científico y los tres principales sistemas de supersignos utilizados son la combinatoria, la sumatoria y la estadística, lo que da lugar a interrupciones, transformaciones. La obra provoca ilusiones según la complejidad y la disposición estructural de la misma, imprecisiones oscilatorias, discrepancia entre el objeto físico de las obras y sus efectos ópticos, son las notas características. Obra abierta y movimiento virtual, apertura de primer grado por la ambigüedad y el poli sentido que ofrece la posibilidad de varias configuraciones confiadas a la iniciativa del espectador, apertura de segundo grado, en la inestabilidad y desaparición del tema único, la exigencia de participación activa al espectador. Esto se transforma en una provocación visual, tratan de producir un  campo tensional entre la tendencia estructurante de la percepción y la inestabilidad del objeto, el tiempo es un elemento activo, pues depende de la diferentes visiones que podemos sacar de la obra, también es decisivo el movimiento,  estroboscopio, resultado del efecto de campo, esto es, de la percepción simultanea de elementos dado por la fijación de la mirada. Los códigos perceptivos utilizados son de inmanencia: lo decisivo es que los efectos ópticos se hayan convertido en el contenido de la obra, son contenidos exclusivos.

Sintácticamente la propuesta de relacionar conocimientos perceptivos a sí mismos será retomada en las próximas tendencias, en particular en la intención de comprometer al espectador. Ha sido una de las tendencias mas asimiladas para los comerciales, se le acusa de no mayor aporte a la totalidad social en que se inserta y su autoreferencialidad a los problemas perceptivos en si mismos.

4-El arte cinético lumínico y el movimiento real: La evolución de muchos artistas ópticos fue al movimiento real. El calificativo cinético fue utilizado por primera vez en el manifiesto de Gabo y Pevsner (manifiesto realista). A partir de 1960 la expresión entra en el mensaje crítico con la publicación de la cronología del arte cinético.

El elemento plástico determinante es el movimiento    y tiene dos  modalidades: cientismo espacial y lumínico. Los movimientos pueden originarse a partir de: móviles, obras movidas por fuerzas naturales, que no pueden ser controladas por  completo, viento calor, etc., aunque a estas obras no se las considera propiamente de la tendencia cinética que supone el movimiento real previsible y controlado. Este se logra con construcciones accionadas por fuerzas electromagnéticas o motores. Es un arte programado según las expresiones de U.Eco, B. Munari. En la modalidad lumínica, la luz puede acompañar movimientos espaciales o acentuarlos, pero es elemento activo de todo movimiento posible.

Sus fuentes históricas toman las investigaciones producidas en el cine y las proyecciones teatrales. Son notas comunes: el abandono de los materiales tradicionales, tela, pigmentos, superficies planas, la inmaterialidad de los materiales que tocan tres dominios: espacio luz y tiempo, el espacio es el luminismo. Estas obras configuran un sistema, donde el movimiento real o lumínico es más relevante que la forma del objeto. La luz es el soporte o materia base de las obras, el tiempo opera como sustancia inmaterial indispensable en la que se despliega toda su existencia. Se trata de acontecimientos temporales que reducen el objeto intermediario a su significación más estricta. Las temáticas obedecen al orden regular, y es donde la agrupación estructural se manifiesta con mas frecuencia, entonces la noción de estructura es un sistema latente que permite la predicción. La anamorfosis o indeterminaciones existen tan solo en tanto la estructura inicial  lo permite rigurosamente. Las producciones son multimediales en cuanto estas obras implican y exigen la dimensión óptica,  la del movimiento y la del tiempo.

Las técnicas de innovación y de redundancia son los dos polos de la teoría informativa, si la primera predominó en la época del informalismo la segunda se afianza desde los neoconstructivismos, es proporcional a la instauración de nuevos códigos y a una incipiente inteligibilidad. La repetición suele ser la técnica redundante óptima.

Observamos como el carácter procesal desplaza progresivamente al objeto. En estas tendencias uno de los valores estéticos más relevantes lo compone la noción de ritmo y la de periodicidad, donde el espectador pone en juego funciones estructurantes de su actividad perceptiva como la capacidad de espera y de anticipación.

5-El arte  y el computador: La cibernética nace hacia 1948. En 1960 se producen los primeros dibujos gráficos de PC. Se consagró como tendencia en 1968. El computador es un medio para concebir ordenaciones estructurales y se ha convertido en un instrumento auxiliar para la creación de ordenes estético artísticos, en 1965, tuvo lugar la primera muestra que consagro la tendencia en el instituto de arte contemporáneo de Londres.

La obra realizada en computador es la cumbre de una ordenación estructuralista de temáticas, en ellas el sistema latente es difícilmente reconocible de un modo perceptivo pero fácilmente identificable por el programa estético y matemático empleado, interesa el proceso mas que la obra, o la constitución de la misma, siguiendo el desinterés por el objeto material que se indicaba en tendencias anteriores.

El nuevo desplazamiento se dará en el cambio y transformación que supone el corrimiento del uso de las tecnologías de la producción a las tecnologías de la información. Las funciones se ponen bajo la perspectiva de la teoría de los medios. M. Bense y A. Moles son los apologetas de ésta estética, cientificista, acrítica y de optimismo tecnológico, en opinión de M. Fiz.

La estética de M. Bense, esta interesada ante todo por valores numéricos y sus posibles combinaciones en relación a la complejidad y orden, el objetivo sería la exploración de valores numéricos selectivos. Pone atención especial en como esta constituida la información como sistema de signos, no se interesa por el contenido de la misma, reduciendo el mundo a una imagen fisicalista donde la dimensión de la extensión y las relaciones cuantitativas son lo primordial. Se exacerba el informativismo que otras tendencias tecnológicas ya plantean. El formalismo sintáctico en el que se debaten tiene mucho que ver con la supuesta neutralidad social y con la manipulación comunicativa de sus posibilidades técnicas, se les señala críticamente las alianzas realizadas con los sectores de mayor desarrollo tecnológico y  poder económico, nacieron en los laboratorios de las grandes compañías, son indisociables del desarrollo tecnológico, con una manipulación comunicativa de sus posibilidades técnicas, lo que refleja las relaciones entre arte y tecnología en las actuales relaciones de producciones, en el mundo capitalista.

C- Dentro de los Nuevos comportamientos artísticos y extensión del arte:

Fiz, propone como categoría de reemplazo en la función que venía desempeñando la abstracción en tanto no imitación de la realidad, el “principio del collage”, a partir de los 70”.

El trozo de la realidad, prefabricado, aceptado fuera del contexto del arte se declaraba obra dándose los primeros pasos para el arte objetual independiente.
 Si establecemos un hilo conductor en el uso y apropiación de fragmentos de la realidad es necesario recordar que el uso del collage insertaba los materiales reales en el ámbito del cuadro a partir de una elaboración de los mismos en este contexto pero posteriormente, los fragmentos son utilizados sin modificaciones, (ya se dan en cierto sentido en los ready made). La significación alcanzada por el material, en cuanto sustancia, manteniéndose como tal no solo en los aspectos visuales sino en los aspectos sensibles, es de fundamental importancia en esta apropiación de la realidad.

El collage inauguraba las problemáticas de las relaciones entre la representación y lo reproducido, restableciendo identidad entre ambos niveles, los materiales reales cambian progresivamente de sentido, no subordinándose a la composición tradicional pictórica o escultórica sino gracias a su agrupación. Entre 1912 y 1924 el objeto es declarado arte. (Duchamps, rueda de bicicleta, fuente. 1917). La aproximación a la realidad es completa ya que en estos objetos es representada sin residuos imitativos. Con ello se inaugura la practica de de las declaraciones artísticas de realidad extra artísticas, o sea la apropiación epistemológica crítica y consciente de la realidad, alterando esquemas de comportamiento y proclamando la fusión arte y vida.

En segundo lugar Duchamps libera los objetos  de sus determinaciones de utilidad y consumo. Vuelve a recuperar el objeto desde su apariencia formal, sometiéndolos a una descontextualización semántica que provoca toda una cadena de asociaciones y significaciones. Elimina toda diferencia entre objeto de arte y objeto de uso a través de la asociación extraña, la exposición museal, la designación del objeto y el nombre, proclamando el principio de que cualquier cosa puede ser motivo de articulación artística, en el arte objetual el proceso artístico posibilita la realización de obras sin las premisas del conocimiento manual tradicional, apoyándose en la relación selectiva, lúdica y libre y reflexiva al mundo de nuestra realidad artificial.

El fundamento es  apropiarse lo mas directa y  completamente de lo real,  sosteniendo el polo físico de la permanencia y el mental de la elección y metamorfosis significativa, pionero del arte conceptual. La estética asume una función antropológica referida a su sistema de signos, símbolos y acciones que poseen un potencial operatorio sobre la realidad.   El Surrealismo ya había utilizado el recurso de la asociación de objetos y el azar poniendo gran énfasis en el  mismo entendido como una elección inconsciente y como conquista de nuevos grados de conciencia mediante asociaciones provocadas.

Desde 1960, el arte objetual, ha sido uno de los polos de atención de las experiencias creativas. Este se propone recuperar objetos de preferencia de procedencia industrial, desprovistos de sus determinaciones utilitarias, son partes heterogéneas asociadas que estimulan una significación singular en el artista o el espectador con independencia de su papel funcional respecto del todo, los fragmentos de la realidad empleados pueden poseer un significado asociativo elevado tal como, vestidos, mascaras, fotografías, palabras impresas o significados menos específicos, indíciales que pueden afectar a las sustancia y a sus modos de transformación.

Esta técnica supera los límites de la pintura y escultura, es un medio mezclado., puede estar colgado del techo como de la pared y se libera del pedestal.( Desde Duchamp a Schuters, en la escena americana las pinturas combinadas de Rauchenmberg, etc.), en general subrayan el aspecto kitsch de los objetos que nos rodean. En estos nuevos realistas la acumulación es una modalidad objetual, próxima al assamblage, en la que lo objetos son coleccionados o amontonados en una disposición o relieve en cajones o cofrecillos. Este nuevo realismo saca de contexto los objetos y en la elección designa sus  nuevos significados, atribuyendo a este acto su expresividad potencial una declaración de elevación a obra de arte.

Las diferentes modalidades de arte objetual, desde el collage cubista, los ready made hasta los movimientos recientes identifican los niveles de la representación y lo representado, no hay principios iluministas en la representación, la reflexión entre estos dos niveles se desplaza hacia las propias relaciones asociativas de los objetos entre si, y respecto de su contexto interno y externo., interesan las transformaciones del objeto: satíricas, criticas, o puramente estéticas. El interés por estas formas  posee sin duda razones sociológicas e históricas, son una reacción a la instrumentalidad operante e imperante.
                                                      
1-Ambientes y espacios lúdicos: El término ambiente puede emplearse como referencia a la inclusión y apropiación de las dimensiones físicas del espacio circundante, adquirir una carga o clima psicológico o limitarse al sentido arquitectónico rígido y una extensión hacia el exterior, de cualquier forma implica un espacio que envuelve al hombre y a través del cual este pude trasladarse y desenvolverse, la nota fundamental es la expansión de la obra en el espacio. Real, el espectador cesa de estar frente para meterse en,  situarse en, esta pretensiones están presentes en la obra de los dadaístas, los surrealistas y  ya algunos constructivistas  suprematistas, al mismo tiempo que en el arte objetual aflora la reanudación del ambiente en sus diversas modalidades, tanto en el neodadaismo como en los neoconstructivismos.

No se limita a lugares convencionales de exposición, en algunas modalidades tiene implicancias ideológicas políticas y sociales, en general usan mezclas y yuxtaposición, son continuación del assamblage, pero el espectador participa. En los ambientes pop sufren una alteración objetivista, la realidad cotidiana, la figura humana en su comportamiento habitual, (kienholz, esta atento a lo efímero de las cosas, en las situaciones de vida, cada objeto se lee en su contexto, reproduce ambientes conocidos, olor, tacto, marcando el desgaste y abandono del objeto), con las guerras imperialistas apareció la temática social, (historia militarista americana) alternativas: realista  crítica, hiperrealista, mitologias individuales, nuevas abstracción., las tendencias sicodelicas conocen ampliamente el desarrollo del ambiente, coexisten en estos: películas diapositivas, música, bailes, gritos, instrumentos, risas y diversos instrumentos, a veces sexo. Los objetos y personas se deforman y alteran, se asocian a la comercialización a través de la diversión, la discoteca es el campo preferido de aplicación.

Ambientes neoconstructivistas y tecnológicos: se han manifestado con mas frecuencia en el óptico, en los movimientos, cinético lumínicos y tecnológicos, estas prácticas  se han extendido al ambiente natural, con ideología ecológica.

Espacios ludicos: la estética Lúdica, entonces al servicio de la política, propugnan liberar al hombre y entiende la dimensión estética como patrón para una sociedad libre. En las expresiones recientes el juego lúdico se ve como una nueva ideología ambiental, muchas de ellas toman las investigaciones de Freud, Piaget y su escuela, en ellas se subraya la dimensión activa, la educación como proceso de autoformación. Se trabaja con materiales pobres, se puede destruir lo realizado. Muchas propuesta sintonizan con el arte acción y el arte objetual, requieren de trabajo interdisciplinario, el grupo elabora nuevos modelos de aprendizaje, tensión entre trabajo y juego, vida real y vida ideal, reino de la necesidad y reino de la libertad, pero mantienen contradicciones en la vida real, la practica ambiental lúdica opera como superación en pos de la libertad de la vida real.

2-Arte de acción: happenings, Fluxus y el accionismo: Los intentos de superar el arte tradicional mediante la declaración de la realidad en arte y su ampliación en los ambientes desemboca en la acción en el espacio, en los happenings: acontecimiento, intención de apropiarse directamente de la vida a través de una acción, investigación del comportamiento, (Kaprov), importa la acción mas que el producto terminado. Los hapenings y el arte acción activan la imaginación y la potencia crítica de reflexión.

El happenings, combina lo plástico visual, el teatro y la música, tiene una estructura abierta, sin estructuración de fin a principio, la forma emerge de lo que permite el material y medio. Cualquier material es posible, en ciertos tramos es temporal y en otros espacial, e s un collage de sucesos, se desarrolla fuera del marco institucional, es un tiempo que intenta modificar nuestra percepción, nuestro comportamiento, nuestra identidad, e s un estímulo que provoca intensificación de nuestra capacidad consciente de la experiencia, de nuestra atención, es algo inesperado en un mundo dirigido por expectativas calculadas, puede ser formalista, político o ritual, no hay actor y publico, este, el publico es parte del happenings. En América trabaja con la sociedad de consumo y el pop, pero también, en Europa les interesa reconstruir hechos de la historia significativos, con una actitud moral del individuo o trabajo o partir del rito y mito como reacción a la civilización tecnocrática. (destaca el accionismo vienes con sus temas de liberación sexual y de todo tipo). (Beuys, entre otros). Buscan un efecto directo y provocativo desde la energía del happenings, desestatización y carga artística antropológicas, etc. Cultivan el antiarte

Modalidad de arte acción paralela al happenings, renovación del teatro, artes visuales y música, 1963 grupo fluxus americano, e s la vivencia d e un acontecimiento de modo improvisado, acciones simples, el espectador se distancia del acontecimiento. En América es político, buscan crear objetos sociales no estéticos, eliminación de las bellas artes y empleo del material confines sociales, están en contar del objeto artístico tradicional, en contra de sus instituciones, a favor d e las artes populares, circo, revistas. Culmino en una negación de la actividad artrítica. El espectador no esta mimetizado con el creador, es mas abierta su participación pero no tanto como el happenings,

3-Arte povera y land art: 68,69, povera uso frecuente de materiales pobres, humildes o por las escasa informaciones que esto ofrecen,  buscan paralelismos culturales en experimentación como el teatro pobre. Buscan desculturizar la imagen, reinstaurar la realidad del hombre mas allá del sistema consumístico y tecnológico. Es un acto de elección de materiales encontrados: plantas, tierras, troncos, lona, cuerdas, grasa desperdicios, cera, etc presentados como antiforma, no se interesan por lo seleccionado sino por el modo de manifestarse de cada elemento. Cada material determina sus propias propiedades plásticas según sus propiedades fisicas (Kounellis, Beuys, Anselmo,Morris, Serra ). En América arte ecológico

Significados: la obra es un índice ligado a la presencia y heterogeneidad perceptiva d e los materiales, como los materiales se someten a transformaciones y modificaciones, se originan nuevos sentidos para cada presentación  física, da lugar a distintas posibilidades de articulación de sentidos, ataque a la noción racionalista del arte, “la obra debe ser que resulta del producto acabado”, lleva hasta sus ultimas consecuencias la estética del desperdicio, parte del fisicalismo del neodadaismo y conceptualismo inconsciente del minimalismo.

Land art: abre paso al conceptualismo, corolario del arte povera y culminación. Obras realizadas en su contexto natural, hacia 1969, esta afirmada la tendencia. Buscan plantear identidad arte -  naturaleza, es importante recalcar que vuelven a plantear las formas de registro de estas acciones como la obra misma, cuando no el concepto sobre el que se pretende fundamentar las hipótesis de relación a la naturaleza.

Las mitologías individuales: se oponen a toda clase de mitos colectivos, rompen normas del producto y desde el receptor, son enunciados y proclamas sobre la comprensión y el contenido del arte, no se someten a convencionalismos artísticos sociales. El individuo se fabrica su propia noción y objeto de arte son individuales a utranza, singulares, buscan una generalización de la creatividad, mas o menos encubierta, pero su aplicación es individual, no valido para el espectador es el intento de buscar una identificación personal y singular. En esto estriba su aporte cargado de implicaciones, los símbolos son individuales y no pretenden transformarse en colectivos, se vinculan con las experiencias del propio ego, narcisismo, son una reacción a las diversas connotaciones simbólicas y colectivas de la década del 60, rechazan las mitologías del pop, el hiperrealismo o las tecnológicas, símbolo de la disolución del individuo, (Beuys, Arnoldo).

También se realizan mitologías individuales en la pintura de forma abstracta que reinventa la abstracción de Rotko, Neuwman, Reinhardt, el color despojado de todo artificio libera la obra de todo elemento extraño a nivel óptico y significativo, la obra es cosa pura, parte del espacio en que se encuentra, su sentido ultimo es la exploración del color y las asociación posibles se vinculan a la constitución síquica  del individuo.

 Otras características    generales   del arte contemporáneo:

La categoría central en el arte contemporáneo es Código, como algo aceptado por una sociedad o grupo en una época determinada, hace referencia a un lugar determinado, a un modelo de convenciones. Así, se reconoce que este arte augura la liberación de las cadenas culturales de los siglos XIX y XX. Desde 1960, se exacerban un abanico de tendencias y subtendencias, se suceden innovaciones, lo nuevo es clave en el arte de nuestro tiempo, determinado por el poder de la pedagogía y de lo social. Influyen en lo nuevo las condiciones sociales y las relaciones públicas del arte.

También es importante destacar la flexibilidad de los conceptos usados para validar las producciones. La fuerza de la verdad en el arte contemporáneo se compone de la tríada persuasión, consenso y acuerdo y muchas veces es coyuntural. No se desarrolla con criterios de verdad sino de funcionalidad. O sea a través de la adaptación a los tiempos en que surge y la posibilidad de enunciarlos de manera elocuente.

La Comunicación es otro factor determinante de nuestra cultura por ello corrobora todo lo que existe en el arte y le da valor cultural. La Comunicación mediática supone la perdida de principios, da lugar a una realidad cambiante y mutante. Nos ayuda a percibir una particularidad del mundo. A su vez, lo particular es posible gracias a la diversidad de los medios de comunicación. La Comunicación altera la realidad del hecho artístico, le da vértigo, instantaneidad.

Se plantean verdades múltiples, cuya fuerza de demostración se apoya en la persuasión, siempre pensando en la receptividad de la obra, como sistema abierto. (en el sentido que alude U. Eco) Observar desde un lugar es la premisa, analizar el objeto desde la práctica artística, desde lo que ella propone como disparador. Por ello repasamos personas y obras, no tendencias o formalizaciones históricas.

La experiencia artística se analiza desde lo general a lo particular, pasando por la estructura y los elementos de  organización, espacio, tema, soporte, funcionalidad, imagen. A partir de un planteo que pone en relación diversos aspectos que ocurren y los encadena con el producto artístico.

Al respecto,  Pirson, destaca que la estructura es el poder latente de todo individuo de engendrar objetos, querer y poder decir algo, donde existe interacción, hay prioridades y necesidades en relación al todo, voluntad de querer y poder hacer diferencias en lo cultural y lo social. La estructura les da sentido a los objetos, los desentraña y les da un encuentro con un orden de contenidos. En el soporte aparece, muchas veces simplemente la voluntad de designarlo como tal. Es importante en este acto: el aspecto, la cualidad y su correspondencia con el fin de la producción que se presenta.

Desde otra perspectiva, el arte contemporáneo accede a la realidad física. El espacio, por ejemplo, es un conjunto de relaciones que vinculan al objeto con el ser humano. Las relaciones son definidas como una práctica vital entre hombre y objeto. Nuestras capacidades físicas son la idea básica a partir de la cual se organizan todo lo que sucede a nuestro alrededor. Por eso pueden ser acciones. Esto anuncia el uso de términos como topografías, mapas, que aluden a espacios físicos, síquicos, humanos.

El tema es la significación, el polo significante del objeto. Se traduce como la forma en que se ordenan los elementos a los efectos de demostrar la tesis sostenida en la iconicidad, de esta manera, el tema incidirá en la forma del objeto, es el que contiene el discurso. Representa otra realidad y puede ser otra cosa fuera de ella. El objeto tiene significación artística cuando se distancia del uso que la civilización hace de él.

La funcionalidad de la relación arte – espectador, se dará en el sentido que mantenga el objeto, sentido relacional entre el soporte, la organización y su uso. En el arte la estética lo justifica en sí mismo. Para algunos artistas está cercano al concepto de productividad. La imagen es el aura del objeto artístico.

Puedes consultar esta bibliografía para ampliar los temas:

-Giulio Carlo Argan, El arte hacia el 2000- Akal-Madrid-1990
-Marchan Fiz, Simón - Epílogo sobre la sensibilidad posmoderna- (del arte objetual al arte de concepto) Madrid -Ed,.  Akal -1989.
-Asuncion Lozano Salmeron, La luz en el espacio del arte del siglo XX, Ensayos Virtual, 1995
-Enciclopedias y material de consulta de imágenes varios a elección del alumno, (según disponibilidad en biblioteca)

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MODERNIDAD- Caracterizaciones generales


La modernidad entre lo universal y el particular


J. Orlando Melo , a propósito de sus reflexiones sobre la geografía de la modernidad, explica que poder plantearse el mundo  como “moderno”, es una especulación que surge del impulso de diferentes factores -económicos, políticos, religiosos, estéticos, filosóficos- que se desarrollan en un período extenso. Esta especulación, ya instalada a fines del siglo XVII, se transformó en el “elemento central de la política histórica del siglo XVIII”, con la noción de progreso como característica medular. La sintetiza en “el poder pensar la sociedad como un sistema perfectible que se sujeta progresivamente a paradigmas tradicionales de acción”.
Siguiendo el autor, la tarea de los historiadores al situar sus orígenes en el período que conocemos como Humanismo, también contribuyó a la conformación de la mentalidad de lo moderno.  Melo señala a J. Burckhardt como una figura destacada en esta tarea, en tanto el mismo puntualiza las características del desarrollo de estos orígenes como ”triunfo de los intereses laicos sobre la visión religiosa, surgimiento de la ética política intramundana, descubrimiento del hombre como sujeto histórico, desarrollo de la ciencias de la naturaleza, interés por el conocimiento del mundo, aparición en la pintura de una intención realista y no simbólica.” Completando esta visión, C. Marx realizó aportes fundamentales con su estudio sobre el capitalismo, basado en las investigaciones sobre las condiciones en que surgió, instituyendo la burguesía, principal clase sostenedora del mismo, como la clase propia del mundo moderno. A propósito, Melo subraya, la “aparición paralela de una modernidad económica y una modernidad cultural”.
Durante los siglos XIX y XX  los esfuerzos de los pensamientos modeladores del proceso de modernización, se debatieron entre visiones alentadoras y visiones críticas, centrándose en redefinir el rol de los espacios de la política y la economía. Estas visiones llevaron a plantear una dicotomía entre sectores “modernistas” y “antimodernistas”, los ligados a “nacionalismos, aparentemente contrarios al universalismo moderno”. Incluso, apunta el triunfo de la modernidad por la confluencia en ritmos distintos, en ambos siglos, de tres procesos revolucionarios; revolución  económica: crecimiento permanente del sistema productivo ligado a elementos propios del desarrollo del capitalismo, industria, tecnología, aplicación del conocimiento científico, propiedad privada, recursos productivos; revolución política: búsqueda de soberanía de los estados nacionales, doctrinas del pacto social diferentes que dan lugar a la teoría política democrática y sus variantes y revolución cultural: desplazamientos de los medios de comunicación social, alfabetización que favorece el intercambio social, desarrollo de la industria cultural, libros en lenguas nacionales, así como las distinciones entre lo popular y lo culto.

Un modelo de la contradicción propia de las contingencias que tiene el hombre en este mundo moderno, que llena de posibilidades pero a la vez patetiza la existencia es tratada por Marshal Berman  quién marca tres fases en la historia de  la modernidad, reivindicando de las tres, el siglo XIX con las teorías de Nietzche y de Marx y destacando que estos pensadores en particular, abren una instancia de problematización entre el hecho de estar cómodos en el mundo moderno por la abundancia de posibilidades y el reclamo de la ausencia y vacío de valores para comprenderlo, el palpar el vacío de la existencia. Instancia que no se cristaliza en una sola posición.
 Es la reflexión que se permite la burla y la ironía  y a la vez se pregunta por la autorrealización, que se complace y a la vez duda, que cree en la posibilidad de superar sus propias antinomias.
Es decir, la sensibilidad moderna que se dispone hasta finales del siglo XVIII se transforma en una conciencia de las disponibilidades de la vida moderna en el siglo XIX, como conciencia escindida de autodescubrimiento del hombre que a la vez que se proyecta como hacedor y forjador de su destino, siente la experiencia de la soledad dudando acerca de las metas de su existencia. Esta dialéctica conlleva la tensión intrínseca de la modernidad como proyecto de “nosotros” en tanto posibilidad del sujeto de verse como comunidad organizada y conciencia de la individualidad y soledad en que está sumido.
En este panorama se desarrollan las artes de los dos siglos siguientes tanto para Europa como para América.

En artes visuales, la crisis religiosa, las revoluciones liberales y las transformaciones económicas que tuvieron lugar en Europa a principios del siglo XIX supusieron el triunfo del romanticismo, cuyos presupuestos no fueron más que el reverso de la reacción burguesa que había originado anteriormente el neoclasicismo.
 El siglo XIX se convertirá en el siglo de los grandes ideales, de los nacionalismos y los liberalismos y el arte no permanecerá ajeno a los nuevos valores y a los profundos cambios de la sociedad.

 El movimiento romántico triunfó entre 1820 y 1848 como reacción al academicismo neoclásico y para propugnar el sentimiento de libertad del artista. El tema que suscita mayor interés es el paisaje, aunque tratado desde una perspectiva óptica, subjetivista y de interpretación absolutamente personal, con vistas panorámicas, tormentas, noches, torrentes y montañas que se convirtieron en argumento par transmitir intensas emociones frente a la grandeza de la naturaleza, a la vez que pretexto para la exaltación de la historia nacional y de la Edad media, a lo que hay que añadir la representación de paisajes exóticos y costumbres populares.
 Una temática que exigía una factura alejada del rigor académico y cuyos rasgos mas característicos fueron las composiciones en aparente desorden, dominadas por diagonales, actitudes dramáticas y exageradas y el triunfo del color sobre la línea y el dibujo.
El romanticismo francés estuvo representado por E. Delacroix, y T. Gericault. En Gran Bretaña, W. Turner y  J. Constable. En Alemania la sensibilidad romántica se manifestó en el grupo de los nazarenos, ej.: Friedrich,  autor de paisajes silenciosos y distancias vacías abismales en las que figuran el vértigo de una naturaleza inabarcable.

En el seno mismo del romanticismo surgió una tendencia naturalista que desembocaría en al aparición del realismo a mediados de siglo, con un lenguaje mas acorde a una realidad social marcada por el vertiginoso desarrollo tecnológico y la aparición del proletariado como clase social.
Frente al deseo de evasión del artista romántico, con su grandes paisajes y sus temas históricos y exóticos, el realismo se centro en  la realidad concreta, en los temas sociales y actuales referidos a campesinos, obreros, al valor del trabajo y la reproducción de la naturaleza sin tintes idealizantes ni academicistas. Los grandes pintores de este realismo socialmente comprometido fueron, G. Courbet, H. Daumier, J. F. Millet.
El máximo representante del paisaje fue C. Corot y la escuela de Barbizon, precursora de la pintura impresionista. La obra de Corot resume el paso del paisaje clásico al paisaje realista, demostrando que la fidelidad realista y la aguda observación de la naturaleza no tenían porque oponerse necesariamente a la poetización de una atmósfera espontánea.
 La escuela de Barbizon se interesó por las impresiones visuales más que la poetización del paisaje. Destaca: T. Rousseau, Daubigny y Troyon, con un cuidadoso estudio de los fenómenos naturales, las estaciones y los cambios atmosféricos.

En 1860 aparecen nuevas orientaciones para las artes plásticas a partir de un grupo de pintores que deciden salir a pintar fuera del taller al aire libre. Ya en 1874 se organizaron en un salón paralelo al salón oficial artistas como C. Monet, C. Pizarro, A. Renoir, E. Degas,  perseguían un objetivo común, un mayor naturalismo en el arte a través del análisis del color y los efectos de luz sobre los objetos: la luz puede determinar de forma decisiva la percepción de la apariencia visual, por lo que la realidad solo es perceptible para el ojo humano desde condiciones físicas muy variables.
 Los impresionistas rompieron con las leyes académicas (claroscuro, perspectiva y anatomía) para pintar del natural marinas, paisajes, vistas urbanas tratando de captar la inmediatez de los efectos lumínicos y atmosféricos a través de toques de ejecución rápida, con pinceladas sueltas y vigorosas, de cromatismo suave y luminoso en el que se rechazó el color negro, la línea y las sombras buscando claridad y transparencia.
Apenas diez años después de la primera exposición impresionista surgieron nuevas vías de exploración que superaron los aportes impresionistas. G Seurat y P. Signac,  avanzaron en una línea de expresión basada en la división científica de los colores, con un complejo método conocido como divisionismo o puntillismo, fundamentando el hecho de que pequeños puntos de color puro puestos junto a colores complementarios se mezclan en el ojo perceptivamente cuando son vistos desde una distancia por el espectador.
En escultura durante el último cuarto de siglo, se llevaron a cabo intentos de interpretar escultóricamente los principios del impresionismo, tratando de trasladar los juegos de luces y sombras con distintos recursos técnicos, como la forma y la postura de las figuras. Sobresalen Degas, M. Rosso, y A. Rodin, éste último con un tratamiento inacabado e impreciso de la materia que parecía sugerir el movimiento y la luz.

En la década de los ochenta, se intentó también superar la estética del impresionismo por parte de un grupo de pintores que se distinguieron por su extraordinaria personalidad y cuyas propuestas dominarían el arte de las primeras décadas del siglo XX. Ellos son: Cezanne, iniciador de una reconstrucción racional de la naturaleza y precursor del cubismo trabajando con figuraciones geométricas como el cilindro, el cubo y la esfera y suprimiendo la perspectiva espacial gracias a los planos de color sucesivos; Gauguin que trabajó desde el exotismo de las islas tahitianas con grandes planos de color separados por líneas oscuras, T Lautrec, que se inspiró en la vida nocturna de la ciudad y V. Gogh, paradigma del artista que se expresa a través de sus sentimientos con un cromatismo violento que ejercería gran influencia en el expresionismo.

La enorme complejidad del arte de la primera mitad del siglo XX junto a  la aparición de numerosos “ismos”, a veces de manera simultanea dieron lugar a un panorama rico en movimientos y propuestas en donde quizás el único rasgo común sea la ruptura con la tradición heredada del renacimiento, en lo que respecta la representación de la realidad que todavía seguía vigente a fines del siglo XIX a pesar de las aportaciones del impresionismo y del postimpresionismo.
 Las primeras vanguardias surgieron en París convertida en capital del arte y polo de atracción para artistas de todo el mundo por su ambiente menos conservador y por acusar para los artistas, la posibilidad de exponer en los salones de artistas independientes.
El fauvismo, suele considerarse el primer movimiento importante del siglo XX. Los fauvistas se inspiraron en los presupuestos de Van Gogh, en el color como protagonista absoluto de los lienzos, totalmente liberado de las ataduras de la realidad, y como instrumento de fuerza emocional. Pretendían  un movimiento de síntesis, con una temática tradicional de paisajes, retratos e interiores, cuyas obras se diferenciaban de las anteriores por el tratamiento del color arbitrario sin ninguna referencia de la realidad, con pinceladas amplias, toscas, manchas de color plano. ( Matttise, Derain, Dongen, Dufy)
El cubismo se transformó en uno de los movimientos más importantes y revolucionarios desde el renacimiento. La destrucción de las convenciones espaciales renacentistas y la creación de una nueva forma de concebir el cuadro y el espacio marcaron el origen del arte moderno. Picasso con su obra, “las señoritas de Avignon”, marcó este hito, rompiendo con el código de representación tradicional desde un punto de vista único. Junto a Braque, a partir de 1909, investigaron sobre la forma de representación espacial a través de planos y facetas del objeto intentando reconstruir los objeto no como lo perciben nuestros ojos sino como el cerebro sabe que son, fragmentados en múltiples facetas.
Se tata de bodegones y retratos que están plasmados con una representación innovadora conceptual  y no imitativa de las cosas reales, en planos geométricos simples que descomponen el objeto en todos sus puntos de vista sobre un mismo plano, sin profundidad ni espacio ilusorio y un cromatismo basado en escala de grises y marrones.
 Posteriormente a la fase analítica, sucede el cubismo sintético, con un cromatismo más rico y luminoso, planos geométricos simples y la aplicación del collage. El objeto ya no se analiza sino que se resume en sus aspectos esenciales.

La incorporación en el cuadro de nuevos materiales puso en cuestión la relación entre la imagen y el objeto a la vez que convirtió el cuadro en una realidad concreta y no solo en un espacio de representación.
La escultura también se vio influenciada por los nuevos presupuestos avanzando en la renuncia a la representación de la realidad para estudiar el espacio, descompuesto en volúmenes cóncavos y convexos y formas geométricas, rompiendo con el tradicional concepto de masa escultórica.

El expresionismo designa el arte de un grupo de pintores alemanes que trabajaron en el primera mitad del siglo XX, pero también se usa para designar aquellos artistas que anteponen el sentimiento y la profundidad emocional a las observaciones objetivas de la realidad, plasmándolos en una factura violenta, exaltando el color y el uso de la distorsión.
Padre del expresionismo fue E. Munich y J. Ensor, pero desde 1905 hasta 1925, aparecen en  Dresde, Munich y Berlín, grupos de pintores que plasmaron en un intenso cromatismo y distorsión de formas su rebelión frente a la moral conservadora. Tenían en común la intención artística, la expresión y una técnica esquemática influida por el arte africano, de contornos angulosos y línea poderosa, colores arbitrarios, la temática de la ciudad, los desnudos y el interés por el grabado.
     Dos fueron los focos: en Dresde: el grupo El puente, en Munich: El jinete azul,  en este ultimo se sentía una marcada tendencia a la abstracción. Los artistas más representativos fueron: L. Kirchner, E. Nolde, F. Marc, V. Kandinsky, A. Macke, P. Klee. Con la primera guerra mundial, el expresionismo se difundió,  a Austria, ( O. Kokoschka, E. Shiele).

La influencia del cubismo en toda Europa derivó en movimientos como el futurismo, inicialmente un movimiento literario que genero numerosas propuestas teóricas y artísticas en todos los campos. Este movimiento fue fundado en Milán por Marinetti, en el año 1909 y los integraron Boccioni, Carra, Sevrini. En su manifiesto del futurismo hicieron una apología de la violencia, del progreso y la tecnología, es decir la llamada higiene de la civilización que en cierta forma anticipó la política fascista posterior.
El movimiento quería ser representativo de la modernidad, del dinamismo y la exaltación de la velocidad y la maquina, era iconoclasta y capaz de expresar estos conceptos rompiendo con las normas del pasado impuestas por las academias  para celebrar la belleza de la época moderna con obras de temática urbana e industrial dinámicas. Introdujeron el concepto de simultaneidad, superponiendo imágenes y cambios cromáticos que aumentaban la sensación de dinamismo de los coches, calles y figuras.

Paralelamente a la renovación del lenguaje figurativo llevado a cabo por lo fauvistas y los expresionistas, otros iniciaron el camino a la abstracción. Se atribuye a Kandinsky la primer obra abstracta, en 1910 en que la línea y el color fueron los únicos protagonistas, en una representación que dejo de tener relación alguna con la realidad visual.
     Sus composiciones se basaron en manchas de color y líneas, signos libres. Otros movimientos siguieron a estos, como el rayonismo,  donde el espacio se construía partir de la luz y rayos de color que transmitían sensación de simultaneidad,  el suprematismo de K. Malevich, que propulso composiciones de formas geométricas planas y de un cromatismo reducido, tratando de llevar hasta sus ultimas consecuencias la negación de la representación objetiva, es decir el objeto en si mismo no tiene ningún significado, solo son validas la representación no objetiva y la primacía del sentimiento puro.
 El  constructivismo planteó un arte al servicio del estado y de la nueva sociedad, basado en el uso de formas abstractas, tecnología moderna, funcionalidad y el diseño industrial. Los ejemplo mas notables se dieron en las obras de Tatlin.
     En 1920 Gabo y Pevsner. Se oponen al constructivismo funcionalista de Tatlin, mostrándose partidarios de un arte sin finalidades políticas.

En su camino hacia la abstracción, otros artistas  intentaron la total abstracción como P. Mondrian,  que en 1917, crea el grupo De Stijl, que defendía la simplificación, la abstracción y la lógica frente al sentimiento y la subjetividad, el ideal universal de armonía se halla en lo colectivo y lo abstracto, es decir en la línea recta, los colores primarios,  y en los no colores, blanco y negro y gris, los cuadrados y los rectángulos, es un arte puro, esencial y geométrico.

La tendencia a plasmar imágenes procedentes de la fantasía y la imaginación se halla en el arte de muchos periodos, sin embargo los descubrimientos del psicoanálisis hicieron a los artistas de la primera mitad del siglo XX mucho más conscientes de los impulsos irracionales que dominaban la conducta humana. Después que los cubistas echaron bajo la fachada de las apariencias visuales, quedo abierto el camino hacia la abstracción, pero también hacia el mundo interior de  los sueños.
Hacia 1916 surgió un Zurich, el dadaísmo, movimiento de repulsa contra la Gran Guerra y los valores del mundo civilizado que únicamente habían sabido resolver los problemas con la guerra, las armas y la destrucción. Paralelamente en Nueva York se gestó otro foco con Marcel Duchamp, F. Picabia, M. Ray.
 No hubo un programa definido ni tampoco una unidad estilística, sino un ideario común: la lucha contra el orden establecido. La importancia de la experiencia frente al arte y del proceso frente al objeto artístico. Se resumió en propuestas antiartísticas, provocadoras,  y radicales, como los collages, frótagge, fotomontajes, ready mades, cuadros de objetos encontrados y pinturas esculturas a través de los que se reivindico el azar como base del arte y por tanto el abandono de las estéticas tradicionales.

Tras disolverse el grupo dada, en 1922, surge el movimiento surrealista inspirado en las teorías del psicoanálisis tratando de unir la irracionalidad del dadaísmo con el sueño, el subconsciente, la libre asociación y todo el mundo de posibilidades que se abría mas allá de la realidad no controlada por consideraciones estéticas o morales. El surrealismo tiene una línea mas abstracta, con plasmación de mundos signitos personales ( Miro) y una línea figurativa, de técnica minuciosa con asociaciones y descontextualización de elementos ( Dali)

Con el estallido de la segunda guerra mundial la mayoría de los artistas abandonaron Europa para trasladarse a Nueva York.  La guerra tuvo profundas consecuencias en la sociedad europea, N. York se convirtió en el nuevo centro del arte mundial.


Tras consumarse la ruptura con el arte tradicional durante la primera mitad del siglo, a partir de los años cincuenta el arte estuvo dominado entre 1945 y 1968 por las llamadas segundas vanguardias, generadoras de constantes experimentaciones técnicas y estéticas.




Puedes consultar esta bibliografía para ampliar los temas:
    Giulio Carlo Argan. El arte moderno- Akal- Madrid-
    Walter Hess- Documentos para la comprensión del arte moderno-Nueva Visión-Bs. As. –Nueva visión
    Enciclopedias y material de consulta de imágenes varios a elección del alumno, (según disponibilidad en biblioteca)
 
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Textos de estudio BLOQUE 1

-A. Weber- La edificación de la Historia; pag- 12- 26 SI VA PARA EL PARCIAL

- A. Weber-Las altas culturas primarias-pag 27-44    SI VA PARA EL PARCIAL

-Arnold Hauser, Historia social de la literatura y el arte, tomo 1, cap 2-Barcelona-Guadarrama  pag-22-32  SI VA PARA EL PARCIAL

-W. Worringer- el arte egipcio- pag 39-64  SI VA PARA EL PARCIAL

-Ocampo Estela - Apolo y la mascara- la estética occidental frente a las practicas artísticas de otras culturas- pgs 9- 94  SI VA PARA EL PARCIAL

-Jiménez José, Imágenes del hombre, Fundamentos de estética. Pág.25-33  SI VA PARA EL PARCIAL

-Michel Foucault- Las palabras y las cosas. Cap 1-DISPONIBLE AL FINAL DE LA LISTA  SI VA PARA EL PARCIAL

- Giulio Carlo Argan El arte moderno- Completo  SI VA PARA EL PARCIAL HASTA EL CAP 7
-La modernidad entre lo universal y el particular Mgster. María  Forcada- DISPONIBLE EN ENTRADA MODERNIDAD  SI VA PARA EL PARCIAL
- Alfonso de Vicente- El arte en la postmodernidad, Todo vale-Del Drac- barcelona 1999-pgs.13-64

-Construcción de nuevos códigos. Mgster. María  Forcada DISPONIBLE EN ENTRADA POSMODERNIDAD
- Pierre Bourdieu.  Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario., Anagrama, Madrid, 1995. Págs. 419-441

-QUÉ ES LA OBRA DE ARTE? Mgster. María Forcada- DISPONIBLE EN ENTRADA ALGUNOS TEXTOS
 -Trinomio: obra , artista, receptor  SI VA PARA EL PARCIAL
- La obra como objeto, como proceso, como concepto. Proyecto y poética  artística
.-La historia, propósito y método, periodización.  SI VA PARA EL PARCIAL

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-LAS PALABRASY LAS COSAS

una arqueología de las ciencias humanas

por MICHEL FOUCAULT

traducción de ELSA CECILIA FROST



Título original: Les mots et les choses, une archéologie des sciences
humaines

© 1966, Gallimard
© 1968, Siglo XXI Editores, S.A. de C.V.


Portada de Carlos Palleiro

CAPÍTULO I

LAS MENINAS


El pintor está ligeramente alejado del cuadro. Lanza una mirada
sobre el modelo; quizá se trata de añadir un último toque, pero también
puede ser que no se haya dado aún la primera pincelada. El brazo que sostiene el pincel está replegado sobre la izquierda, en dirección de la paleta; está, por un momento, inmóvil entre la tela y los colores. Esta mano hábil depende de la vista; y la vista, a su vez, descansa sobre el gesto suspendido. Entre la fina punta del pincel y el acero de la mirada, el espectáculo va a desplegar su volumen.
Pero no sin un sutil sistema de esquivos. Tomando un poco de distancia, el pintor está colocado al lado de la obra en la que trabaja.
Es decir que, para el espectador que lo contempla ahora, está a la derecha de su cuadro que, a su vez, ocupa el extremo izquierdo.
Con respecto a este mismo espectador, el cuadro está vuelto de espaldas;
sólo puede percibirse el reverso con el inmenso bastidor que lo sostiene. En cambio, el pintor es perfectamente visible en toda su estatura; en todo caso no queda oculto por la alta tela que, quizá,
va a absorberlo dentro de un momento, cuando, dando un paso hacia ella, vuelva a su trabajo; sin duda, en este instante aparece a los ojos del espectador, surgiendo de esta especie de enorme caja virtua que proyecta hacia atrás la superficie que está por pintar. Puede vérsele ahora, en un momento de detención, en el centro neutro de
esta oscilación. Su talle oscuro, su rostro claro son medieros entre
lo visible y lo invisible: surgiendo de esta tela que se nos escapa,
emerge ante nuestros ojos; pero cuando dé un paso hacia la derecha,
ocultándose a nuestra mirada, se encontrará colocado justo frente a la tela que está pintando; entrará en esta región en la que su cuadro, descuidado por un instante, va a hacerse visible para él sin sombras ni reticencias. Como si el pintor no pudiera ser visto a la vez sobre el cuadro en el que se le representa y ver aquel en el que se ocupa de representar algo. Reina en el umbral de estas dos
visibilidades incompatibles.

El pintor contempla, el rostro ligeramente vuelto y la cabeza indiñada hacia el hombro. Fija un punto invisible, pero que nosotros,los espectadores, nos podemos asignar fácilmente ya que este punto somos nosotros mismos: nuestro cuerpo, nuestro rostro, nuestros ojos. Así, pues, el espectáculo que él contempla es dos veces invisible; porque no está representado en el espacio del cuadro y porque se  sitúa justo en este punto ciego, en este recuadro esencial en el que nuestra mirada se sustrae a nosotros mismos en el momento en quela vemos. Y sin embargo, ¿cómo podríamos evitar ver esta invisibilidad
que está bajo nuestros ojos, ya que tiene en el cuadro mismo su equivalente sensible, su figura sellada? En efecto, podría adivinarse lo que el pintor ve, si fuera posible lanzar una mirada sobre la tela en la que trabaja; pero de ésta sólo se percibe la trama, los montantes en la línea horizontal y, en la vertical, el sostén oblicuo del caballete. El alto rectángulo monótono que ocupa toda la parte izquierda del cuadro real y que figura el revés de la tela representada, restituye, bajo las especies de una superficie, la invisibilidad en profundidad de lo que el artista contempla: este espacio en el que estamos, que somos. Desde los ojos del pintor hasta lo que ve, está trazada una línea imperiosa que no sabríamos evitar, nosotros, los que contemplamos: atraviesa el cuadro real y se reúne,delante de su superficie, en ese lugar desde el que vemos al pintorque nos observa; este punteado nos alcanza irremisiblemente y nosliga a la representación del cuadro.

En apariencia, este lugar es simple; es de pura reciprocidad: vemos un cuadro desde el cual, a su vez, nos contempla un pintor.
No es sino un cara a cara, ojos que se sorprenden, miradas directas que, al cruzarse, se superponen. Y, sin embargo, esta sutil línea devisibilidad implica a su vez toda una compleja red de incertidumbres,
de cambios y de esquivos. El pintor sólo dirige la mirada hacia nosotros en la medida en que nos encontramos en el lugar de su objeto. Nosotros, los espectadores, somos una añadidura. Acogidos bajo esta mirada, somos perseguidos por ella, remplazados por aquello que siempre ha estado ahí delante de nosotros: el modelo mismo.
Pero, a la inversa, la mirada del pintor, dirigida más allá del cuadro al espacio que tiene enfrente, acepta tantos modelos cuantos espectadores surgen; en este lugar preciso, aunque indiferente, el contemplador
y el contemplado se intercambian sin cesar. Ninguna mirada es estable o, mejor dicho, en el surco neutro de la mirada que traspasa
perpendicularmente la tela, el sujeto y el objeto, el espectadory el modelo cambian su papel hasta el infinito. La gran tela vueltade la extrema izquierda del cuadro cumple aquí su segunda función:obstinadamente invisible, impide que la relación de las miradas llegue nunca a localizarse ni a establecerse definitivamente. La fijeza opaca que hace reinar en un extremo convierte en algo siempreinestable el juego de metamorfosis que se establece en el centro entre
el espectador y el modelo. Por el hecho de que no vemos másque este revés, no sabemos quiénes somos ni lo que hacemos. ¿Vemos o nos ven? En realidad el pintor fija un lugar que no cesa decambiar de un momento a otro: cambia de contenido, de forma, de rostro, de identidad. Pero la inmovilidad atenta de sus ojos noshace volver a otra dirección que ya han seguido con frecuencia yque, muy pronto, sin duda alguna, seguirán de nuevo: la de la telainmóvil sobre la cual pinta, o quizá se ha pintado ya hace tiempoy para siempre, un retrato que jamás se borrará. Tanto que la mirada soberana del pintor impone un triángulo virtual, que defineen su recorrido este cuadro de un cuadro: en la cima —único puntovisible— los ojos del artista; en la base, a un lado, el sitio invisibledel modelo, y del otro, la figura probablemente esbozada sobre latela vuelta.

En el momento en que colocan al espectador en el campo de suvisión, los ojos del pintor lo apresan, lo obligan a entrar en el cuadro, le asignan un lugar a la vez privilegiado y obligatorio, le tomansu especie luminosa y visible y la proyectan sobre la superficie inaccesible de la tela vuelta. Ve que su invisibilidad se vuelve visiblepara el pintor y es traspuesta a una imagen definitivamente invisiblepara él mismo. Sorpresa que se multiplica y se hace a la vez másinevitable aún por un lazo marginal. En la extrema derecha, el cuadro recibe su luz de una ventana representada de acuerdo con unaperspectiva muy corta; no se ve más que el marco; si bien el flujode luz que derrama baña a la vez, con una misma generosidad, dosespacios vecinos, entrecruzados, pero irreductibles: la superficie dela tela, con el volumen que ella representa (es decir, el estudio delpintor o el salón en el que ha instalado su caballete) y, delante deesta superficie, el volumen real que ocupa el espectador (o aun elsitio irreal del modelo). Al recorrer la pieza de derecha a izquierda,la amplia luz dorada lleva a la vez al espectador hacia el pintor y almodelo hacia la tela; es ella también la que, al iluminar al pintor,lo hace visible para el espectador, y hace brillar como otras tantaslíneas de oro a los ojos del modelo el marco de la tela enigmáticaen la que su imagen, trasladada, va a quedar encerrada. Esta ventana extrema, parcial, apenas indicada, libera una luz completa ymixta que sirve de lugar común a la representación. Equilibra, alotro extremo del cuadro, la tela invisible: así como ésta, dando la espalda a los espectadores, se repliega contra el cuadro que larepresenta y forma, por la superposición de su revés, visible sobrela superficie del cuadro portador, el lugar —inaccesible para nosotros— donde cabrillea la Imagen por excelencia, así también laventana, pura abertura, instaura un espacio tan abierto como el otrocerrado; tan común para el pintor, para los personajes, para los modelos, para el espectador, cuanto el otro es solitario (ya que nadielo mira, ni aun el pintor). Por la derecha, se derrama por una ventana invisible el volumen puro de una luz que hace visible toda larepresentación: a la izquierda, se extiende, al otro lado de su muyvisible trama, la superficie que esquiva la representación que porta.
La luz, al inundar la escena (quiero decir, tanto la pieza como latela, la pieza representada sobre la tela y la pieza en la que se hallacolocada la tela), envuelve a los personajes y a los espectadores ylos lleva, bajo la mirada del pintor, hacia el lugar en el que los vaa representar su pincel. Pero este lugar nos es hurtado. Nos vemosvistos por el pintor, hechos visibles a sus ojos por la misma luz quenos hace verlo. Y en el momento en que vamos a apresarnos transcritos por su mano, como en un espejo, no podemos ver de éstemás que el revés mate. El otro lado de una psique.

Ahora bien, exactamente enfrente de los espectadores —de nosotros mismos— sobre el muro que constituye el fondo de la pieza,el autor ha representado una serie de cuadros; y he aquí que entre todas estas telas colgadas hay una que brilla con un resplandor singular.
Su marco es más grande, más oscuro que el de las otras; sin embargo, una fina línea blanca lo dobla hacia el interior, difundiendo sobre toda su superficie una claridad difícil de determinar; pues no viene de parte alguna, sino de un espacio que le sería interior. En esta extraña claridad aparecen dos siluetas y sobre ellas,un poco más atrás, una pesada cortina púrpura. Los otros cuadro ssólo dejan ver algunas manchas más pálidas en el límite de una oscuridad sin profundidad. Éste, por el contrario, se abre a un espacio en retroceso donde formas reconocibles se escalonan dentro de una claridad que sólo a ellas pertenece. Entre todos estos elementos, destinados a ofrecer representaciones, pero que las impugnan, lashurtan, las esquivan por su posición o su distancia, sólo éste funciona con toda honradez y deja ver lo que debe mostrar. A pesar de sualejamiento, a pesar de la sombra que lo rodea. Pero es que no se trata de un cuadro: es un espejo. En fin, ofrece este encanto del doble que rehusan tanto las pinturas alejadas cuanto esa luz del primer plano con la tela irónica.

De todas las representaciones que representa el cuadro, es la única visible; pero nadie la ve. De pie al lado de su tela, con la atención fija en su modelo, el pintor no puede ver este espejo que brilla tan dulcemente detrás de él. Los otros personajes del cuadro están, en su mayor parte, vueltos hacia lo que debe pasar delante —hacia la clara invisibilidad que bordea la tela, hacia ese balcón de luz donde sus miradas ven a quienes les ven, y no hacia esa cavidad sombría en la que se cierra la habitación donde están representados. Es verdad que algunas cabezas se ofrecen de perfil: pero ninguna de ellas está lo suficientemente vuelta para ver, al fondo de la pieza, este espejo desolado, pequeño rectángulo reluciente, que sólo es visibilidad, pero sin ninguna mirada que pueda apoderarse de ella, hacerla actual y gozar del fruto, maduro de pronto, de su espectáculo.

Hay que reconocer que esta indiferencia encuentra su igual en lasuya. No refleja nada, en efecto, de todo lo que se encuentra enel mismo espacio que él: ni al pintor que le vuelve la espalda, ni alos personajes del centro de la habitación. En su clara profundidad,no ve lo visible. En la pintura holandesa, era tradicional que losespejos representaran un papel de reduplicación: repetían lo que sedaba una primera vez en el cuadro, pero en el interior de un espacioirreal, modificado, encogido, curvado. Se veía en él lo mismo que,en primera instancia, en el cuadro, si bien descompuesto y recompuesto según una ley diferente. Aquí, el espejo no dice nada de loque ya se ha dicho. Sin embargo, su posición es poco más o menoscentral: su borde superior está exactamente sobre la línea que parteen dos la altura del cuadro, ocupa sobre el muro del fondo unaposición media (cuando menos en la parte del muro que vemos);
así, pues, debería ser atravesado por las mismas líneas perspectivasque el cuadro mismo; podría esperarse que en él se dispusieran unmismo estudio, un mismo pintor, una misma tela según un espacioidéntico; podría ser el doble perfecto.

Ahora bien, no hace ver nada de lo que el cuadro mismo representa. Su mirada inmóvil va a apresar lo que está delante del cuadro, en esta región necesariamente invisible que forma la cara exterior,
los personajes que ahí están dispuestos. En vez de volverse hacia los objetos visibles, este espejo atraviesa todo el campo de la representación, desentendiéndose de lo que ahí pudiera captar, y restituye la visibilidad a lo que permanece más allá de toda mirada. Sin embargo, esta invisibilidad que supera no es la de lo oculto: no muestra el contomo de un obstáculo, no se desvía de la perspectiva, se dirige a lo que es invisible tanto por la estructura del cuadro como por su existencia como pintura. Lo que se refleja en él es lo que todos los personajes de la tela están por ver, si dirigen la miradade frente: es, pues, lo que se podría ver si la tela se prolongara hacia adelante, descendiendo más abajo, hasta encerrar a los personajes que sirven de modelo al pintor. Pero es también, por el hecho de que la tela se detenga ahí, mostrando al pintor y a su estudio,lo que es exterior al cuadro, en la medida en que es un cuadro, es decir, un fragmento rectangular de líneas y de colores encargado derepresentar algo a los ojos de todo posible espectador. Al fondode la habitación, ignorado por todos, el espejo inesperado hace resplandecer
las figuras que mira el pintor (el pintor en su realidad representada, objetiva, de pintor en su trabajo); pero también a lasfiguras que ven al pintor (en esta realidad material que las líneasy los colores han depositado sobre la tela). Estas dos figuras sonigualmente inaccesibles la una que la otra, aunque de manera diferente:
la primera por un efecto de composición propio del cuadro;la segunda por la ley que preside la existencia misma de todo cuadro en general. Aquí el juego de la representación consiste en ponerla una en lugar de la otra, en una superposición inestable, a estasdos formas de invisibilidad —y en restituirlas también al otro extremo del cuadro— a ese polo que es el representado más alto: el deuna profundidad de reflejo en el hueco de una profundidad del cuadro.
El espejo asegura una metátesis de la visibilidad que hiere a la vez al espacio representado en el cuadro y a su naturaleza de representación; permite ver, en el centro de la tela, lo que por el cuadroes dos veces necesariamente invisible.

Extraña manera de aplicar, al pie de la letra, pero dándole vuelta, el consejo que el viejo Pacheco dio, al parecer, a su alumno cuando éste trabajaba en el estudio de Sevilla: "La imagen debe salir delcuadro".

Pero quizá ya es tiempo de dar nombre a esta imagen que aparece en el fondo del espejo y que el pintor contempla delante del cuadro.
Quizá sea mejor fijar de una buena vez la identidad de los personajes presentes o indicados, para no complicarnos al infinitoentre estas designaciones flotantes, un poco abstractas, siempre susceptibles
de equívocos y de desdoblamientos: "el pintor", "los personajes", "los modelos", "los espectadores", "las imágenes". En vezde seguir sin cesar un lenguaje fatalmente inadecuado a lo visible,bastará con decir que Velázquez ha compuesto un cuadro; que eneste cuadro se ha representado a sí mismo, en su estudio, o en unsalón del Escorial, mientras pinta dos personajes que la infanta Margarita viene a ver, rodeada de dueñas, de meninas, de cortesanosy de enanos; que a este grupo pueden atribuírsele nombres muy precisos: la tradición reconoce aquí a doña María Agustina Sarmiento,allá a Nieto, en el primer plano a Nicolaso Pertusato, el bufón italiano. Bastará con añadir que los dos personajes que sirven de modelos al pintor no son visibles cuando menos directamente, perose les puede percibir en un espejo; y que se trata, a no dudar, delrey Felipe IV y de su esposa Mariana.

Estos nombres propios serán útiles referencias, evitaran las designaciones ambiguas; en todo caso, nos dirán qué es lo que ve elpintor y, con él, la mayor parte de los personajes del cuadro. Perola relación del lenguaje con la pintura es una relación infinita. Noporque la palabra sea imperfecta y, frente a lo visible, tenga un déficit que se empeñe en vano por recuperar. Son irreductibles uno aotra: por bien que se diga lo que se ha visto, lo visto no residejamás en lo que se dice, y por bien que se quiera hacer ver, pormedio de imágenes, de metáforas, de comparaciones, lo que se estádiciendo, el lugar en el que ellas resplandecen no es el que despliegala vista, sino el que definen las sucesiones de la sintaxis. Ahora bien,
en este juego, el nombre propio no es más que un artificio: permiteseñalar con el dedo, es decir, pasar subrepticiamente del espacio del que se habla al espacio que se contempla, es decir, encerrarlos unoen otro con toda comodidad, como si fueran mutuamente adecuados.
Pero si se quiere mantener abierta la relación entre el lenguaje y lovisible, si se quiere hablar no en contra de su incompatibilidad sinoa partir de ella, de tal modo que se quede lo más cerca posible deluno y del otro, es necesario borrar los nombres propios y mantenerse en lo infinito de la tarea. Quizá por mediación de este lenguajegris, anónimo, siempre meticuloso y repetitivo por ser demasiadoamplio, encenderá la pintura, poco a poco, sus luces.

Así, pues, será necesario pretender que no sabemos quién se refleja en el fondo del espejo, e interrogar este reflejo al nivel mismode su existencia.

Por lo pronto, se trata del revés de la gran tela representada a laizquierda. El revés o, mejor dicho, el derecho ya que muestra defrente lo que ésta oculta por su posición. Además, se opone a laventana y la refuerza. Al igual que ella, es un lugar común en elcuadro y en lo que éste tiene de exterior. Pero la ventana operapor el movimiento continuo de una efusión que, de derecha a izquierda,
reúne a los personajes atentos, al pintor, al cuadro, conel espectáculo que contemplan; el espejo, por un movimiento violento, instantáneo, de pura sorpresa, va a buscar delante del cuadro loque se contempla, pero que no es visible, para hacerlo visible, enel término de la profundidad ficticia, si bien sigue indiferente a todas las miradas. El punteado imperioso que se traza entre el reflejo y lo que refleja, corta perpendicularmente el flujo lateral de luz. Porúltimo —se trata de la tercera función de este espejo—, está juntoa una puerta que se abre, como él, en el muro del fondo. Recorta así un rectángulo claro cuya luz mate no se expande por el cuarto.
No sería sino un aplanamiento dorado si no estuviera ahuecado hacía el exterior, por un batiente tallado, la curva de una cortina y lasombra de varios escalones. Allí empieza un corredor; pero en vezde perderse en la oscuridad, se disipa en un estallido amarillo en el que la luz, sin entrar, se arremolina y reposa en sí misma. Sobre estefondo, a la vez cercano y sin límites, un hombre destaca su altasilueta; está visto de perfil; en una mano sostiene el peso de una colgadura; sus pies están colocados en dos escalones diferentes; tieneuna rodilla flexionada. Quizá va a entrar en el cuarto; quizá se limita a observar lo que pasa en el interior, satisfecho de ver sin servisto. Lo mismo que el espejo, fija el envés de la escena: y no menosque al espejo, nadie le presta atención. No se sabe de dónde viene;se puede suponer que, siguiendo los inciertos corredores, ha llegadoal cuarto en el que están reunidos los personajes y donde trabaja elpintor; pudiera ser que él también estuviera, hace un momento, enla parte delantera de la escena, en la región invisible que contemplan todos los ojos del cuadro. Lo mismo que las imágenes que seperciben en el fondo del espejo, sería posible que él fuera un emisario de este espacio evidente y oculto. Hay, sin embargo, una diferencia: él está allí en carne y hueso; surge de fuera, en el umbraldel aire representado; es indudable —no un reflejo probable, sino unairrupción. El espejo, al hacer ver, más allá de los muros del estudio,lo que sucede ante el cuadro, hace oscilar, en su dimensión sagital,el interior y el exterior. Con un pie sobre el escalón y el cuerpo porcompleto de perfil, el visitante ambiguo entra y sale a la vez, enun balanceo inmóvil. Repite en su lugar, si bien en la realidad sombría de su cuerpo, el movimiento instantáneo de las imágenes queatraviesan la habitación, penetran en el espejo, reflejándose en él y surgen de nuevo como especies visibles, nuevas e idénticas. Pálidas,minúsculas, las siluetas del espejo son recusadas por la alta y sólidaestatura del hombre que surge en el marco de la puerta.

Pero es necesario descender de nuevo del fondo del cuadro y pasar a la parte anterior de la escena; es necesario abandonar este contorno cuya voluta acaba de recorrerse. Si partimos de la mirada delpintor que, a la izquierda, constituye una especie de centro desplazado, se percibe en seguida el revés de la tela, después los cuadrosexpuestos, con el espejo en el centro, más allá la puerta abierta,
nuevos cuadros, cuya perspectiva, muy aguda, no permite ver sinoel espesor de los marcos, por último, a la extrema derecha, la ventana o, mejor dicho, la abertura por la que se derrama la luz. Estaconcha en forma de hélice ofrece todo el ciclo de la representación: la mirada, la paleta y el pincel, la tela limpia de señales (son los instrumentos materiales de la representación), los cuadros, los reflejos, el hombre real (la representación acabada, pero libre al parecerde los contenidos ilusorios o verdaderos que se le yuxtaponen); después la representación se anula: no se ve más que los cuadros y estaluz que los baña desde el exterior y que éstos, a su vez, deberíanreconstituir en su especie propia como si viniera de otra parte, atravesando sus marcos de madera oscura. Y, en efecto, se ve esta luz sobre el cuadro que parece surgir en el intersticio del marco; y deahí alcanza la frente, las mejillas, los ojos, la mirada del pintor quetiene en una mano la paleta y en la otra el extremo del pincel...De esta manera se cierra la voluta o, mejor dicho, por obra de estaluz, se abre.
Esta abertura no es, como la del fondo, una puerta que se haabierto; es el largo mismo del cuadro y las miradas que allí ocurren no son las de un visitante lejano. El friso que ocupa el primer y elsegundo plano del cuadro representa —si incluimos al pintor— ochopersonajes. De ellos, cinco miran la perpendicular del cuadro, conla cabeza más o menos inclinada, vuelta o ladeada. El centro del grupo es ocupado por la pequeña infanta, con su amplio vestido grisy rosa. La princesa vuelve la cabeza hacia la derecha del cuadro, entanto que su torso y el guardainfante del vestido van ligeramentehacia la izquierda; pero la mirada se dirige rectamente en direccióndel espectador que se encuentra de cara al cuadro. Una línea mediaque dividiera al cuadro en dos secciones iguales, pasaría entre losojos de la niña. Su rostro está a un tercio de la altura total del cuadro. Tanto que, a no dudarlo, reside allí el tema principal de la composición; el objeto mismo de esta pintura. Como para probarloy subrayarlo aún más, el autor ha recurrido a una figura tradicional:
a un lado del personaje central, ha colocado otro, de rodillas, que locontempla. Como un donante en oración, como el Ángel que saludaa la Virgen, una doncella, de rodillas, tiende las manos hacia la princesa.
Su rostro se recorta en un perfil perfecto. Está a la altura delde la niña. La dueña mira a la princesa y sólo a ella. Un poco mása la derecha, otra menina, vuelta también hacia la infanta, ligeramente inclinada sobre ella, dirige empero los ojos hacia adelante, alpunto al que ya miran el pintor y la princesa. Por último, dos grupos de dos personajes cada uno: el primero, retirado, el otro, formado por enanos, en el primer plano. En cada una de estas parejas, un personaje ve de frente y el otro a la derecha o a la izquierda.
Por su posición y por su talla, estos dos grupos se corresponden yforman un duplicado: atrás, los cortesanos (la mujer, a la izquierda,ve hacia la derecha); adelante, los enanos (el niño que está en laextrema derecha ve hacia el interior del cuadro). Este conjunto de personajes, así dispuesto, puede formar, según que se preste atención al cuadro o al centro de referencia que se haya elegido, dosfiguras. La primera sería una gran X; en el punto superior izquierdo estaría la mirada del pintor, y a la derecha, la del cortesano; en lapunta inferior, del lado izquierdo, estaría la esquina de la tela representada
del revés (más exactamente, el pie del caballete); al ladoderecho, el enano (con el zapato sobre el lomo del peno). En elcruce de estas dos líneas, en el centro de la X, estaría la mirada de la infanta. La otra figura sería más bien una amplia curva: susdos limites estarían determinados por el pintor, a la izquierda, y elcortesano de la derecha —extremidades altas y distantes—; la concavidad, mucho más cercana, coincidiría con el rostro de la princesay con la mirada que la dueña le dirige. Esta línea traza un tazónque, a la vez, encierra y separa, en el centro del cuadro, la colocación del espejo.
Así, pues, hay dos centros que pueden organizar el cuadro, segúnque la atención del espectador revolotee y se detenga aquí o allá. Laprincesa está de pie en el centro de una cruz de San Andrés quegira en torno a ella, con el torbellino de los cortesanos, las meninas,los animales y los bufones. Pero este eje está congelado. Congeladopor un espectáculo que sería absolutamente invisible si sus mismospersonajes, repentinamente inmóviles, no ofrecieran, como en la concavidad de una copa, la posibilidad de ver en el fondo del espejoel imprevisto doble de su contemplación. En el sentido de la profundidad, la princesa está superpuesta al espejo; en el de la altura,es el reflejo el que está superpuesto al rostro. Pero la perspectiva los hace vecinos uno del otro. Así, pues, de cada uno de ellos saleuna línea inevitable; la nacida del espejo atraviesa todo el espesorrepresentado (y hasta algo más, ya que el espejo horada el murodel fondo y hace nacer, tras él, otro espacio); la otra es más corta;viene de la mirada de la niña y sólo atraviesa el primer plano. Estas dos líneas sagitales son convergentes, de acuerdo con un ángulomuy agudo, y su punto de encuentro, saliendo de la tela, se fijaante el cuadro, más o menos en el lugar en el que nosotros lo vemos.
Es un punto dudoso, ya que no lo vemos; punto inevitable yperfectamente definido, sin embargo, ya que está prescrito por lasdos figuras maestras y confirmado además por otros punteados adyacentes que nacen del cuadro y escapan también de él.

En última instancia, ¿qué hay en este lugar perfectamente inaccesible, ya que está fuera del cuadro, pero exigido por todas las líneasde su composición? ¿Cuál es el espectáculo, cuáles son los rostrosque se reflejan primero en las pupilas de la infanta, después en lasde los cortesanos y el pintor y, por último, en la lejana claridad del espejo? Pero también la pregunta se desdobla: el rostro que refleja el espejo y también el que lo contempla; lo que ven todos los personajes del cuadro, son también los personajes a cuyos ojos se ofrecencomo una escena que contemplar. El cuadro en su totalidad veuna escena para la cual él es a su vez una escena. Reciprocidad pura que manifiesta el espejo que ve y es visto y cuyos dos momentos se desatan en los dos ángulos del cuadro: a la izquierda, la telavuelta, por la cual el punto exterior se convierte en espectáculopuro; a la da echa, el perro echado, único elemento del cuadro queno ve ni se mueve; porque no está hecho, con sus grandes relievesy la luz que juega sobre su piel sedosa, sino para ser objeto que ver.

Una primera ojeada al cuadro nos ha hecho saber de qué estáhecho este espectáculo a la vista. Son los soberanos. Se les adivinaya en la mirada respetuosa de la asistencia, en el asombro de la niñay los enanos. Se les reconoce, en el extremo del cuadro, en las dospequeñas siluetas que el espejo refleja. En medio de todos estos rostros atentos, de todos estos cuerpos engalanados, son la más pálida, la más irreal, la más comprometida de todas las imágenes: unmovimiento, un poco de luz bastaría para hacerlos desvanecerse. Detodos estos personajes representados, son también los más descuidados, porque nadie presta atención a ese reflejo que se desliza detrásde todo el mundo y se introduce silenciosamente por un espacioinsospechado; en la medida en que son visibles, son la forma másfrágil y más alejada de toda realidad. A la inversa, en la medidaen que, residiendo fuera del cuadro, están retirados en una invisibilidad esencial, ordenan en torno suyo toda la representación; es aellos a quienes se da la cara, es hacia ellos hacia donde se vuelve,es a sus ojos a los que se presenta la princesa con su traje de fiesta;
de la tela vuelta a la infanta y de ésta al enano que juega en la extrema derecha, se traza una curva (o, mejor dicho, se abre la ramainferior de la X) para ordenar a su vista toda la disposición del cuadro
y hacer aparecer así el verdadero centro de la composición, alque están sometidos en última instancia la mirada de la niña yla imagen del espejo.

Este centro es, en la anécdota, simbólicamente soberano ya queestá ocupado por el rey Felipe IV y su esposa. Pero, sobre todo, loes por la triple función que ocupa en relación con el cuadro. En élvienen a superponerse con toda exactitud la mirada del modeloen el momento en que se la pinta, la del espectador que contemplala escena y la del pintor en el momento en que compone su cuadro(no el representado, sino el que está delante de nosotros y del cual hablamos). Estas tres funciones "de vista" se confunden en un punto exterior al cuadro: es decir, ideal en relación con lo represen tado, pero perfectamente real ya que a partir de él se hace posiblela representación. En esta realidad misma, no puede ser en modoalguno invisible. Y, sin embargo, esta realidad es proyectada al interior del cuadro —proyectada y difractada en tres figuras que corresponden a las tres funciones de este punto ideal y real. Son: a laizquierda, el pintor con su paleta en la mano (autorretrato del autordel cuadro); a la derecha el visitante, con un pie en el escalón, dispuesto a entrar en la habitación; toma al revés toda la escena, perove de frente a la pareja real, que es el espectáculo mismo; por fin,en el centro, el reflejo del rey y de la reina, engalanados, inmóviles, en la actitud de modelos pacientes.

Reflejo que muestra ingenuamente, y en la sombra, lo que todo el mundo contempla en el primer plano. Restituye, como por un encantamiento, lo que falta a esta vista: a la del pintor, el modeloque recopia allá abajo sobre el cuadro su doble representado; a ladel rey, su retrato que se realiza sobre el verso de la tela y que él no puede percibir desde su lugar; a la del espectador, el centroreal de la escena, cuyo lugar ha tomado como por fractura. Bienpuede ser que esta generosidad del espejo sea ficticia; quizá ocultatanto como manifiesta o más aún. El lugar donde domina el reycon su esposa es también el del artista y el espectador: en el fondodel espejo podría aparecer —debería aparecer—el rostro anónimo delque pasa y el de Velázquez. Porque la función de este reflejoes atraer al interior del cuadro lo que le es íntimamente extraño: lamirada que lo ha ordenado y aquella para la cual se despliega. Pero,
por estar presentes en el cuadro, a derecha e izquierda, el artista yel visitante no pueden alojarse en el espejo: así como el rey aparece en el fondo del espejo en la medida misma en que no pertenece alcuadro.
En la gran voluta que recorre el perímetro del estudio, desde lamirada del pintor, con la paleta y la mano detenidas, hasta los cuadros terminados, nace la representación, se cumple para deshacersede nuevo en la luz; el ciclo es perfecto. Por el contrario, las líneasque atraviesan la profundidad del cuadro están incompletas; falta atodas ellas una parte de su trayecto. Esta laguna se debe a la ausencia del rey —ausencia que es un artificio del pintor. Pero este artificio recubre y señala un vacío inmediato: el del pintor y el espectador cuando miran o componen el cuadro. Quizá, en este cuadro como en toda representación en la que, por así decirlo, se manifiesteuna esencia, la invisibilidad profunda de lo que se ve es solidariade la invisibilidad de quien ve —a pesar de los espejos, de los reflejos, de las imitaciones, de los retratos. En torno a la escena se handepositado los signos y las formas sucesivas de la representación;




pero la doble relación de la representación con su modelo y con susoberano, con su autor como aquel a quien se hace la ofrenda, talrepresentación se interrumpe necesariamente. Jamás puede estar presente
sin residuos, aunque sea en una representación que se dará así misma como espectáculo. En la profundidad que atraviesa la tela,forma una concavidad ficticia y la proyecta ante sí misma, no esposible que la felicidad pura de la imagen ofrezca jamás a plenaluz al maestro que representa y al soberano al que se representa.
Quizá haya, en este cuadro de Velázquez, una representación de la representación clásica y la definición del espacio que ella abre.
En efecto, intenta representar todos sus elementos, con sus imágenes, las miradas a las que se ofrece, los rostros que hace visibles, los gestos que la hacen nacer. Pero allí, en esta dispersión que aquélla recoge y despliega en conjunto, se señala imperiosamente, por doquier, un vacío esencial: la desaparición necesaria de lo que la fundamenta —de aquel a quien se asemeja y de aquel a cuyos ojos no es sino semejanza. Este sujeto mismo —que es el mismo— ha sido suprimido. Y libre al fin de esta relación que la encadenaba, la representación puede darse como pura representación.
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